Israel llevó a cabo un par de ataques contra emplazamientos de armas químicas sirias en marzo de 2020 y junio de 2021, tras recibir información de inteligencia de que el régimen de Bashar Assad estaba tratando de reconstruir el arsenal ilegal, según un informe del lunes.
Funcionarios de inteligencia occidentales actuales y anteriores familiarizados con el asunto dijeron a The Washington Post que en el ataque de este año, los aviones israelíes dispararon contra tres objetivos cerca de las ciudades de Damasco y Homs, matando a siete soldados sirios y a un ingeniero que supuestamente trabajaba en un laboratorio militar.
El informe dice que el ataque de 2020 tuvo como objetivo una villa en las afueras de Homs, que era el centro del programa de armas químicas de Siria. La villa se utilizaba para fabricar fosfato tricálcico, o TCP, según dijeron funcionarios de inteligencia occidentales al Post. El TCP tiene muchos usos no militares, pero también puede convertirse en tricloruro de fósforo, un precursor del sarín y otros agentes nerviosos.
Siguiendo su política de ambigüedad en este tipo de asuntos, las Fuerzas de Defensa de Israel se negaron a comentar ninguno de los dos ataques.
El informe dice que los ataques llamaron la atención de los funcionarios de inteligencia occidentales, ya que los objetivos no eran representantes de Irán, como ha sido el caso en cientos de ataques aéreos de las FDI en los últimos años.
El informe dice que Israel recibió información en los meses anteriores a la incursión de 2020 de que el presidente sirio Assad estaba tratando de reconstruir su programa de armas químicas, que había acordado desmantelar en 2014, tras la presión de la administración Obama.
Los analistas han descrito el programa como un elemento de disuasión contra Israel, pero fue reutilizado en repetidas ocasiones para su uso contra los rebeldes sirios, incluso en un ataque especialmente mortífero en agosto de 2013, en el que murieron unos 1.400 civiles en los suburbios de Damasco. La ONU determinó que se utilizaron armas químicas en el ataque, aunque Siria lo negó.
El ataque provocó la protesta internacional y las amenazas de un ataque militar por parte del entonces presidente estadounidense Barak Obama.
Sin embargo, Assad siguió empleando las mortíferas armas en más de 200 ataques contra los rebeldes, incluso después de las amenazas de la administración Obama y los ataques aéreos ordenados por el ex presidente Donald Trump, informó The Post.
No está claro si los ataques de Israel tuvieron éxito en interrumpir los esfuerzos de Assad. Los ataques fueron de naturaleza preventiva, eliminando las capacidades de producción química de Siria antes de que se fabriquen las armas, dijeron funcionarios de inteligencia occidentales a The Post. Un ataque a las armas químicas operativas correría el riesgo de liberarlas en las zonas circundantes.
El Post dijo que en ambos ataques, Estados Unidos fue informado de los ataques y de la inteligencia que, según Israel, los justificaba después de los hechos.