Aviones de combate israelíes atacaron antiguos puestos militares del ejército sirio en la provincia de Homs, según informaron fuentes de seguridad a Reuters. Los ataques se dirigieron contra fortificaciones ubicadas en las aldeas de Shinshar y Shamsin, al sur de la ciudad de Homs.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en el Reino Unido, reportó explosiones en la zona y afirmó que los bombardeos impactaron un batallón de misiles cercano a Homs, aunque no se ha informado sobre víctimas.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) no han emitido declaraciones sobre estos ataques. No obstante, el ejército reconoció haber llevado a cabo operaciones con drones contra infraestructuras militares en Khan Arnabeh, en el sur de Siria, asegurando que representaban una amenaza para Israel.
En la noche previa, las FDI confirmaron una serie de ataques en la región de Daraa, dirigidos contra instalaciones utilizadas para el almacenamiento de armas y equipos del antiguo régimen sirio. Según el ejército israelí, grupos no identificados habrían intentado utilizar ese armamento.
Israel ha reiterado su intención de actuar contra cualquier amenaza en Siria mientras el nuevo gobierno del país intenta consolidar su poder tras la caída del régimen de Assad. Aunque la disolución del gobierno de la familia Assad puso fin a la guerra civil de más de una década, el resurgimiento de la violencia sectaria ha generado dudas sobre la capacidad del nuevo liderazgo para mantener la estabilidad.
Las autoridades israelíes han expresado su desconfianza hacia el líder interino sirio, Ahmed al-Sharaa, un excombatiente rebelde islamista. El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, lo ha calificado como un “líder islámico extremo”. Por su parte, al-Sharaa ha minimizado las advertencias israelíes y ha condenado los ataques en territorio sirio, así como la presencia de las FDI en una zona de amortiguamiento en el sur del país.
El ejército israelí justifica su despliegue en esa franja, que anteriormente estaba bajo el control de las fuerzas de paz de la ONU hasta la caída del régimen de Assad, como una medida defensiva temporal. Sin embargo, el primer ministro Benjamin Netanyahu ha señalado que las tropas permanecerán en la región por un período indefinido para garantizar la seguridad de Israel.