El ministro del Interior de Israel, Moshe Arbel, envió una carta al patriarca ortodoxo de Jerusalén, Teófilo III, para expresar su pesar por la muerte de al menos 22 fieles en un ataque suicida perpetrado el domingo contra una iglesia ortodoxa griega en Damasco.
Arbel, miembro del partido haredí Shas, manifestó su profunda tristeza ante la tragedia. “Resulta casi imposible hallar palabras que reflejen la enormidad de este dolor, la conmoción y el sufrimiento que este acto ha causado en quienes valoran la paz y la dignidad humana”, escribió.
El ataque, que segó vidas inocentes en un lugar sagrado, fue calificado por Arbel como un acto atroz. “Atentar contra un espacio de culto es un delito contra el espíritu humano y una afrenta a los principios fundamentales de la humanidad”, afirmó en su misiva.
En Israel, la comunidad ortodoxa griega constituye la segunda confesión cristiana más numerosa, agrupando aproximadamente al 30% de los cristianos del país.
El ministro cerró su mensaje con un gesto de apoyo y esperanza. “Nos unimos a usted en oración y solidaridad, anhelando un futuro de paz y seguridad. Que la memoria de las víctimas sea una bendición y que lleguen días de justicia y luz”, concluyó.