La Liga Árabe pidió a Irán moderar sus acciones en Siria para evitar un aumento de tensiones, luego del derrocamiento de Bashar al Assad, aliado de Teherán, según reportó AFP.
El pasado 8 de diciembre, el gobierno de Assad colapsó y el exmandatario huyó a Rusia, país que fue clave para sostener su régimen. Una coalición liderada por islamistas tomó control progresivamente de diversas ciudades, culminando con la caída de Damasco.
Durante más de diez años de guerra civil, Irán respaldó militarmente a las fuerzas de Assad. Desde el inicio de la guerra, se conoció que el entonces presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, autorizó personalmente el envío de oficiales de la Guardia Revolucionaria Iraní para combatir junto al régimen sirio.
Ali Akbar Velayati, cercano al líder supremo iraní, Alí Jamenei, declaró años atrás que Irán solo retiraría a sus “asesores militares” de Siria e Irak si los gobiernos de ambos países lo solicitaban.
En su pronunciamiento más reciente, la Liga Árabe destacó la relevancia de respetar la soberanía y la estabilidad de Siria. Además, destacó la necesidad de que las armas queden bajo control estatal, de disolver grupos armados y de evitar injerencias extranjeras desestabilizadoras.
El bloque criticó también el discurso reciente de Irán, al que acusó de fomentar divisiones entre los sirios, aunque no especificó qué declaraciones provocaron esa reacción.
Por su parte, el líder supremo de Irán, Ali Jamenei, se refirió a la caída de Assad como un evento que dará paso al “surgimiento de un grupo fuerte y honorable” en Siria, destacando que la juventud siria “no tiene nada que perder”.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Esmaeil Baqaei, rechazó el jueves las acusaciones de injerencia, calificándolas de “infundadas”. Reiteró, además, el compromiso de Irán con la unidad territorial, la cohesión nacional de Siria y el desarrollo de un sistema político inclusivo.