Naciones Unidas inició los preparativos para enviar un convoy humanitario a la provincia de Sweida, en el sur de Siria. Tres funcionarios de ayuda informaron a Reuters que esta operación ocurre tras días de violencia que provocaron cientos de muertes y desplazaron a unas 175.000 personas. La decisión fue posible después de que el Ministerio de Asuntos Exteriores sirio autorizó el acceso directo de las agencias de la ONU a la zona afectada.
La autorización gubernamental se otorgó tras tres entregas previas gestionadas por la Media Luna Roja Árabe Siria. Según correspondencia revisada por Reuters, la ONU organizará esta nueva misión en colaboración con diversas agencias. Marianne Ward, jefa del Programa Mundial de Alimentos en Siria, señaló: “Estamos organizando un convoy con el apoyo de distintas agencias de la ONU, que esperamos sea el comienzo de un acceso generalizado a las comunidades vulnerables”.
La entrega de ayuda se llevará a cabo más de una semana después de la entrada en vigor de un alto el fuego, el 21 de julio, que puso fin a los enfrentamientos entre combatientes drusos y beduinos en Sweida. la guerra atrajo a las fuerzas armadas del gobierno sirio e incluyó bombardeos israelíes. Israel atacó convoyes militares del gobierno y la sede del ministerio de Defensa en Damasco, tras acusar al gobierno sirio de facilitar los ataques contra los drusos.
Israel justificó su intervención con el argumento de proteger a las comunidades drusas en Siria, vinculadas con las que residen en territorio israelí. Luego del cese de hostilidades, las autoridades israelíes entregaron asistencia médica a la región. El nuevo convoy de la ONU incluirá alimentos y otros suministros esenciales para la población desplazada.
En paralelo, funcionarios de Siria e Israel reanudaron negociaciones con la mediación de Estados Unidos. Estas conversaciones ocurrieron en París días después del alto el fuego, con el objetivo de evitar una nueva escalada en el sur sirio, según informó la televisión estatal Ekhbariya TV. Tropas israelíes permanecen desplegadas en una franja del sur del país desde el derrocamiento del expresidente Bashar al-Assad, a finales del año pasado.
El actual gobierno sirio ha fortalecido su vínculo con Moscú. El ministro de Asuntos Exteriores, Asaad Hassan al-Shibani, viajará a Rusia el jueves. Será el primer alto funcionario sirio en visitar Moscú desde la salida de Assad, antiguo aliado de Rusia. Los gobiernos de ambos países sostienen conversaciones para definir la continuidad de operaciones rusas en bases navales y aéreas situadas en el noroeste de Siria.
Esta visita sucede pocos días después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, mantuviera un diálogo con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. De acuerdo con un comunicado oficial del Kremlin, Putin subrayó la necesidad de mantener la unidad, soberanía e integridad territorial de Siria. Además, destacó que la estabilidad política debe basarse en el respeto a los intereses de todos los grupos étnicos y religiosos del país.