En Barcelona, España, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, anunció que el bloque de 27 países suspenderá las sanciones económicas impuestas a Siria, aunque preservará las medidas dirigidas al antiguo régimen de Bashar al-Assad. La decisión se adoptó tras una reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de la UE, presidida por Kallas, con el propósito de mitigar la pobreza y frenar el extremismo en un país devastado por más de diez años de guerra civil, conflicto que desplazó a millones de personas, muchas de las cuales buscaron refugio en Europa.
Kallas explicó que las sanciones levantadas tienen un carácter “condicional” y podrían reactivarse si el nuevo gobierno liderado por Ahmad al-Sharaa no garantiza la estabilidad y la paz en el país. “Proteger vidas constituye la principal prioridad para Siria en este momento”, destacó la jefa de política exterior de la UE.
La medida llega siete días después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reuniera con Sharaa y comunicara que su gobierno suavizaría las restricciones económicas contra Siria. La flexibilización de estas sanciones podría atraer inversiones cruciales para un país que requiere decenas de miles de millones de dólares para reconstruir su infraestructura, gravemente dañada tras años de conflicto.