Las defensas aéreas sirias interceptaron a última hora del viernes un presunto ataque con misiles israelíes sobre la capital, Damasco, y la región del sur, y se escucharon explosiones en los alrededores de la capital, informaron los medios de comunicación estatales.
Los medios de comunicación estatales afirmaron que los misiles fueron derribados sobre la capital y cerca de la frontera con Israel.
«Nuestras defensas aéreas interceptaron los ataques de misiles israelíes en el espacio aéreo de Damasco y la región del sur», dijo la agencia oficial de noticias siria SANA.
El supuesto ataque sería el primero desde el 17 de septiembre, cuando un aparente ataque israelí en los alrededores de la capital, Damasco, mató a cinco soldados el mes pasado.
En junio, los ataques aéreos israelíes dejaron fuera de servicio el aeropuerto de Damasco durante casi dos semanas.
Un par de ataques contra el aeropuerto de Alepo a principios de septiembre también obligaron a cerrar esa instalación.
El supuesto ataque se produce un día después de que el ejército israelí iniciara un simulacro de una semana de duración en el norte del país.
Desde que estalló la guerra civil en Siria en 2011, Israel ha llevado a cabo cientos de ataques contra su vecino del norte, apuntando a las tropas del gobierno, así como a las fuerzas aliadas respaldadas por Irán y a los terroristas de Hezbolá. Siria afirma periódicamente que ha interceptado la mayoría de los misiles israelíes, lo que los analistas suelen desestimar como un alarde vacío.
Aunque Israel rara vez comenta los ataques individuales, ha reconocido haber realizado cientos de ellos.
Afirma que su campaña aérea es necesaria para impedir que su archienemigo, Irán, se afiance a sus puertas.
La rara pausa en los ataques coincidió con las negociaciones de alto nivel para resolver una larga disputa marítima entre Israel y Líbano que terminó en un acuerdo a principios de este mes. Un breve contratiempo en las conversaciones había elevado brevemente las tensiones a lo largo de la frontera norte con Hezbolá, con sede en el Líbano.
A principios de esta semana, un alto funcionario de defensa israelí y dos diplomáticos occidentales de alto nivel declararon al New York Times que Rusia había retirado su sistema antiaéreo S-300 de Siria para reforzar su esfuerzo bélico contra este país, una medida que podría dar a Israel más libertad sobre los cielos de Siria incluso cuando los lazos con Moscú se han deteriorado.