El presidente libanés, Joseph Aoun, anunció que las fuerzas del país responderán a los disparos procedentes de Siria, luego de que un niño muriera por el ataque, según las autoridades.
Enfrentamientos estallaron el domingo por la noche en la frontera entre Siria y Líbano. Las nuevas autoridades sirias acusaron a Hezbolá de secuestrar y asesinar a tres soldados en territorio libanés.
Una fuente de seguridad citada por la AFP informó que fuerzas sirias lanzaron proyectiles hacia Líbano tras la muerte de los tres miembros del personal de seguridad en la aldea de Qasr. Hombres armados locales vinculados al contrabando estarían involucrados en el incidente.
El lunes, la Agencia Nacional de Noticias (NNA) de Líbano reportó la reanudación de los enfrentamientos tras nuevos bombardeos sirios.
“Lo que ocurre en las fronteras este y noreste no puede continuar”, declaró Aoun en X. También ordenó al ejército responder a la fuente del fuego.
El Ejército libanés informó que ha tomado “medidas de seguridad excepcionales y comunicaciones intensivas” desde la noche anterior, lo que permitió la devolución de los cuerpos de los tres soldados sirios a su país. Indicó que ciudades y aldeas fronterizas libanesas han sido bombardeadas desde territorio sirio, por lo que las unidades militares respondieron con “armas apropiadas”, reforzando su despliegue y asegurando el control de la situación.
Las autoridades militares mantienen contacto con sus homólogos sirios para restaurar la seguridad y estabilizar la frontera.
El ministro libanés de Información, Paul Morcos, confirmó la muerte de un niño y seis personas heridas a causa de los bombardeos sirios. También señaló el desplazamiento de numerosos civiles en la zona afectada.
Hezbolá desempeñó un papel clave en el apoyo al expresidente sirio Bashar al-Assad antes de su derrocamiento en una ofensiva relámpago de los rebeldes islamistas en diciembre.