El líder druso israelí, Sheikh Muafak Tarif, pide al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al presidente francés, Emmanuel Macron, al primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, y al secretario general de la ONU, António Guterrres, que exijan la entrada de ayuda humanitaria para los drusos en Siria.
En declaraciones en una sala de guerra instalada en la aldea drusa de Julis en Galilea, Tarif dice: “Hago un llamado al mundo para que detenga la matanza de nuestros hermanos y hermanas drusos”.
“Nuestro pueblo está siendo sometido a limpieza étnica y asesinatos sistemáticos, y el mundo está en silencio”, agrega.
Tarif dice que en la provincia de Sweida, el corazón de la minoría drusa de Siria, 1.800 civiles han muerto y 557 hombres, mujeres y niños drusos han sido secuestrados. Unas 223.000 personas han sido desplazadas de sus hogares.
“Su suministro de agua ha sido envenenado”, dice. “Sus casas han sido quemadas. No hay comida ni medicinas y los muertos yacen en la calle”.
La situación es “catastrófica”, dice.
“Hago un llamamiento urgente a los líderes mundiales para que detengan las masacres antes de que sea demasiado tarde”, dice, exigiendo garantías de que las minorías en Siria pueden “vivir en paz”.
Y añade: “No tienes derecho a matarme porque soy una minoría. Tengo derecho a ser diferente”.