Ahmed al-Sharaa, líder sirio, instó a la paz y a la unidad nacional tras los enfrentamientos que han dejado más de 1.000 muertos, en su mayoría civiles alauitas. Desde una mezquita en Damasco, expresó su deseo de preservar la convivencia en el país.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, culpó a los islamistas gobernantes de Siria por la represión contra los insurgentes leales al derrocado Bashar al-Assad. En un comunicado, describió a Al-Sharaa como un “terrorista yihadista” vinculado a Al Qaeda, que ahora muestra su verdadero rostro con crímenes contra la población civil. Katz aseguró que Israel tomará medidas ante cualquier amenaza desde Siria y reiteró el compromiso militar en el sur del país.
El ejército israelí informó sobre incursiones en el sur de Siria durante la última semana, divulgando imágenes de sus operaciones. En estos ataques, las tropas capturaron y destruyeron un arsenal de armas y municiones. Medios sirios reportaron la presencia israelí en Tel al-Mal, en la gobernación de Daraa, a 13 kilómetros de la frontera con Israel, fuera de la zona de amortiguamiento establecida tras la caída de Assad.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) declararon que su presencia en el sur de Siria es temporal y con fines defensivos, aunque Katz aseguró que sus tropas permanecerán indefinidamente en nueve posiciones militares. El primer ministro Benjamin Netanyahu destacó la necesidad de desmilitarizar el sur de Siria y advirtió que Israel no tolerará la presencia del nuevo gobierno islamista cerca de sus fronteras.
Durante la semana, Israel bombardeó una instalación militar en Qardaha, al este de Latakia, donde se almacenaban armas del antiguo régimen. A finales del mes pasado, también atacó objetivos militares en el sur de Siria. Antes de la caída de Assad, Israel ya había realizado numerosos ataques en territorio sirio contra posiciones gubernamentales y objetivos iraníes.
Los participantes de la conferencia de diálogo nacional siria condenaron las declaraciones de Netanyahu y exigieron a la comunidad internacional que presione a Israel para detener sus incursiones. Consideraron estas acciones una violación de la soberanía nacional.
Israel reiteró su advertencia al gobierno sirio de no atacar a la comunidad drusa en el suroeste del país y pidió protección también para los kurdos sirios. Mientras tanto, fuerzas de seguridad sirias se desplegaron en la costa mediterránea, donde han sido acusadas de la masacre de más de 740 civiles alauitas en los últimos días.

Residentes han denunciado asesinatos de civiles tras los enfrentamientos entre las nuevas autoridades sirias y milicianos leales a Assad. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) informó que 745 civiles alauitas fueron ejecutados en Latakia y otras regiones costeras por fuerzas sirias y sus aliados, que además saquearon propiedades.
El OSDH, con sede en Gran Bretaña, ha sido cuestionado en el pasado por la falta de transparencia en su financiación y por presuntamente inflar las cifras de bajas del régimen. Sin embargo, sus informes apuntan a que las ejecuciones fueron perpetradas directamente por fuerzas sirias y sus aliados.