Facciones del Ejército Nacional Sirio (SNA), un grupo armado no estatal respaldado por Turquía en el noreste de Siria, han ejecutado sumariamente a civiles y no han dado cuenta de los trabajadores humanitarios que desaparecieron mientras trabajaban en la “zona segura”, dijo el miércoles Human Rights Watch (HRW).
Al parecer, el grupo armado también se ha negado a permitir el regreso de las familias kurdas desplazadas por las operaciones militares turcas y ha saqueado y se ha apropiado u ocupado ilegalmente sus bienes.
“La ejecución de personas, el pillaje de propiedades y el bloqueo de personas desplazadas para que no regresen a sus hogares son pruebas irrefutables de por qué las ‘zonas seguras’ propuestas por Turquía no serán seguras”, dijo Sarah Leah Whitson, directora de HRW para Oriente Medio.
“Contrariamente a la narración de Turquía de que su operación establecerá una zona segura, los grupos que están utilizando para administrar el territorio están cometiendo abusos contra civiles y discriminando por motivos étnicos”.
El 9 de octubre, las Fuerzas Armadas de Turquía (TSK) y el grupo armado invadieron territorio en el noreste de Siria que desde 2012 estaba bajo el control de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), compuestas principalmente por las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) dirigidas por los kurdos.
Desde que comenzó la incursión, Turquía y las facciones a las que apoya han bombardeado indiscriminadamente zonas civiles, han llevado a cabo al menos siete asesinatos sumarios, han ocupado ilegalmente viviendas y tiendas civiles privadas y han saqueado los bienes de los propietarios, y no han dado cuenta de los trabajadores humanitarios que pueden haber desaparecido por la fuerza mientras trabajaban en sus zonas, según HRW.
El observador también dijo que documentó la ejecución de un activista político kurdo, Hevrin Khalaf.
La operación transfronteriza de Turquía tenía como objetivo eliminar el YPG de un tramo de 30 kilómetros a lo largo de su frontera con Siria.
Turquía considera que el YPG es la rama siria del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que durante décadas ha estado dirigiendo una insurgencia armada contra las fuerzas de seguridad en el sureste turco, predominantemente kurdo.
El PKK figura en la lista de grupos terroristas de Turquía, la Unión Europea y los Estados Unidos.
El YPG, sin embargo, ha sido la principal fuerza terrestre en la campaña militar dirigida por Estados Unidos contra el Estado Islámico en Irak y el Levante (ISIL).