El nuevo líder de Siria aseguró que tanto las facciones armadas locales como las fuerzas kurdas estarán bajo control del gobierno.
El nuevo gobierno sirio toma medidas para centralizar el control de armas
Dos semanas después de asumir el poder en una ofensiva militar, Ahmed al-Sharaa, nuevo líder de Siria, declaró este domingo que las armas en el país serán controladas exclusivamente por el Estado. Este anuncio incluye las armas en manos de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), dirigidas por los kurdos.
Sharaa hizo esta declaración tras reunirse con Hakan Fidan, ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, y líderes drusos libaneses. Durante estas reuniones, prometió cesar cualquier “interferencia negativa” en el Líbano, en un esfuerzo por estabilizar las relaciones con los países vecinos.
Los rebeldes apoyados por Ankara desempeñaron un rol clave en el ascenso de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), el grupo islamista liderado por Sharaa. Este grupo, al frente de una alianza rebelde, tomó Damasco el 8 de diciembre, derrocando al presidente Bashar al-Assad, quien gobernó el país durante décadas.
En una conferencia conjunta con Fidan, Sharaa anunció que las facciones armadas del país comenzarán su disolución y se integrarán en el ejército sirio. Según sus palabras: “No permitiremos de ninguna manera que existan armas fuera del control estatal, ya sean de facciones revolucionarias o de las presentes en el área de las SDF”.
Datos clave sobre el control de armas en Siria
- El control estatal abarcará tanto a las facciones revolucionarias como a las fuerzas kurdas.
- Sharaa destacó que las facciones armadas iniciarán su disolución e integración al ejército.
- La declaración se hizo en una conferencia junto al ministro de Exteriores turco.
- El grupo islamista HTS lideró la ofensiva que culminó en la caída de Bashar al-Assad.
Durante las reuniones del domingo en el palacio presidencial, Sharaa abandonó su uniforme militar por un traje formal, reflejando un cambio simbólico hacia una nueva etapa política. Además, aseguró que su gobierno trabajará para proteger a todas las sectas y minorías, evitando ataques internos y la manipulación de actores externos que puedan fomentar discordias sectarias.
En un mercado navideño de Damasco, se evidenció el espíritu de coexistencia que Sharaa promovió en su discurso. Allí, Batoul al-Law, una dietista, mencionó que las festividades son celebradas tanto por musulmanes como por cristianos, agregando que “la gente parece ahora más feliz y cómoda”.
Apoyo internacional y tensiones con grupos kurdos
El presidente turco Hakan Fidan destacó la necesidad de eliminar las sanciones internacionales contra Siria y pidió a la comunidad global apoyar la recuperación del país y el retorno de los desplazados. La guerra civil, que se extendió por casi 14 años, dejó más de 500,000 muertos y desplazó a millones, muchos de los cuales buscaron refugio en países vecinos como Turquía.
Turquía, que mantiene estrechos lazos con las nuevas autoridades sirias, continúa sus operaciones militares en áreas controladas por los kurdos. Paralelamente, el diplomático alemán Tobias Tunkel señaló en X que había dialogado con el líder kurdo Mazloum Abdi sobre las crecientes tensiones en la ciudad fronteriza de Kobane y las medidas urgentes necesarias para disminuirlas.
Ankara considera a las Unidades de Protección Popular (YPG), principal componente de las SDF, como un brazo del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado una organización terrorista tanto por Turquía como por sus aliados occidentales.
Relaciones con el Líbano y otros actores regionales
Durante un encuentro con líderes drusos libaneses, incluyendo a Walid y Taymur Jumblatt, Sharaa prometió que Siria no participará en “interferencias negativas” en el Líbano. “Nos mantendremos equidistantes de todas las partes”, afirmó, reconociendo que el gobierno sirio ha sido una fuente de temor para el país vecino en el pasado.
La minoría drusa, distribuida entre Líbano, Siria, Israel y Jordania, ha sido históricamente vulnerable en la región. El ejército sirio permaneció en el Líbano desde 1976 hasta 2005, cuando se retiró tras presiones internacionales y protestas masivas por el asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri, un hecho atribuido a Damasco y al grupo terrorista libanés Hezbolá, respaldado por Irán.
Riad, por su parte, ha mostrado disposición a colaborar con el nuevo gobierno sirio, tras años de apoyar a la oposición contra Assad. Una delegación saudí visitará Siria próximamente, según lo anunciado por el embajador sirio en Arabia Saudita.
Desafíos internacionales para los nuevos líderes sirios
La comunidad internacional, incluidas potencias como Estados Unidos y la Unión Europea, han intensificado el contacto con el nuevo gobierno sirio, exigiendo garantías de protección para mujeres y minorías. Al mismo tiempo, subrayan la necesidad de combatir el terrorismo y el extremismo en el país.
El eje de resistencia liderado por Irán, que incluía a Siria bajo Assad, ha enfrentado fuertes reveses en el último año debido a las operaciones militares de Israel contra Hezbolá en Líbano y Hamás en Gaza. Estas acciones se intensificaron tras la ofensiva de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023, que dejó 1,200 muertos.
El líder supremo iraní, Alí Jamenei, negó este domingo que los grupos armados de la región sean meros intermediarios. “Si queremos actuar, no necesitamos una fuerza intermediaria”, afirmó, subrayando la capacidad de Irán para tomar medidas directas si lo considera necesario.