El Pentágono inició el lunes una nueva investigación sobre un ataque aéreo de 2019 que mató a civiles en Siria, dos semanas después de que una investigación del New York Times afirmara que el ejército estadounidense ocultó la muerte de decenas de no combatientes.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, dio instrucciones al general del Ejército Michael Garrett para que “revise los informes de la investigación ya realizada sobre ese incidente” y “lleve a cabo una investigación más profunda sobre los hechos y las circunstancias relacionadas con él”, dijo el portavoz del Pentágono, John Kirby.
La revisión de Garrett, que durará tres meses, evaluará “las víctimas civiles que se produjeron en el incidente, el cumplimiento de la ley de guerra, el mantenimiento de registros y los procedimientos de información”, añadió Kirby.
También indagará si las medidas adoptadas tras la anterior investigación se aplicaron efectivamente, si deben tomarse “medidas de rendición de cuentas” y si “deben modificarse los procedimientos o procesos”.
Según una investigación del Times publicada a mediados de noviembre, una fuerza especial estadounidense que opera en Siria -en ocasiones en completo secreto- bombardeó tres veces a un grupo de civiles el 18 de marzo de 2019, cerca del bastión del Estado Islámico (ISIS) en Baghouz, matando a 70 personas, principalmente mujeres y niños.
El informe del Times dice que un oficial legal estadounidense “señaló el ataque como un posible crimen de guerra”, pero que “en casi cada paso, los militares hicieron movimientos que ocultaron el golpe catastrófico”.
El Times encontró que el ataque “fue uno de los mayores incidentes de víctimas civiles de la guerra contra el Estado Islámico”, pero nunca fue reconocido públicamente por el ejército estadounidense.
“El número de muertos fue minimizado. Los informes se retrasaron, se asimilaron y se clasificaron. Las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos arrasaron el lugar de la explosión. Y no se notificó a los altos mandos”, decía el informe, añadiendo que las conclusiones de una investigación del Pentágono fueron “paralizadas y despojadas de cualquier mención al ataque”.
Un comunicado emitido por el Pentágono tras el informe decía que la investigación inicial del incidente realizada por el Mando Central del Ejército de EE.UU., que supervisa las operaciones militares en Oriente Medio, concluyó que los ataques fueron de “defensa propia”, “proporcionales” y que “se tomaron las medidas adecuadas para excluir la presencia de civiles.”
Una coalición liderada por Estados Unidos y sus aliados kurdos anunciaron la derrota del protoestado del ISIS, conocido como “califato”, a finales de marzo de 2019 tras superar el último reducto yihadista de Baghouz.