Rusia inició el trabajo para anunciar su control a largo plazo sobre el puerto sirio de Tartús a través de las revelaciones hechas por su viceprimer ministro, Yury Borisov, quien está de visita en Damasco. Después de reunirse con él, el jefe del régimen sirio, Bashar al-Assad, anunció el sábado que Moscú se estaba moviendo hacia “arrendar” el puerto en el Mar Mediterráneo durante 49 años.
La agencia estatal rusa Sputnik dijo que “el puerto de Tartús en Siria será arrendado a Rusia por 49 años para el transporte y el uso económico dentro de la próxima semana”. También citó a Borisov, quien también es presidente de su país en el Comité Conjunto Ruso-Sirio para Cooperación comercial, económica, científica y técnica, diciendo que el “principal problema que se debe dar a una dinámica positiva es el uso del puerto de Tartús. La visita [a Damasco] ha reunido todos estos acuerdos. Hemos progresado muy positivamente en este asunto y esperamos que el contrato se firme dentro de una semana, y que durante un período de 49 años el puerto de Tartús prestará servicios a las operaciones comerciales de Rusia”.
Sputnik y otros medios rusos agregaron que “la decisión sobre el puerto de Tartús se tomó hace meses”, mientras que Moscú había anunciado antes, a principios de 2017, un “acuerdo” que permite a los buques de guerra de su armada permanecer en la base en Tartús durante 49 años, sujeto a renovación por otro cuarto de siglo.
Además del puerto comercial Tartús y la base militar rusa en la misma provincia, Rusia ha utilizado la base aérea Hemeimeem en el sur de Lattakia desde septiembre de 2015 como su base militar principal en Siria, y desde allí dirige todas sus operaciones militares y de otro tipo en Siria. El presidente ruso, Vladimir Putin, visitó la base en diciembre de 2017 y recibió al jefe del régimen sirio, Bashar al-Assad.