Rusia ha completado el envío de sistemas de defensa aérea a Siria que limita la capacidad de los Estados Unidos e Israel para operar en el país y en el Mediterráneo oriental, según un nuevo informe publicado por el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW por sus siglas en inglés), con sede en Washington.
El informe presenta una imagen clara del aumento del atrincheramiento ruso en Siria mientras Putin y Occidente se han enfrentado en los últimos días por conflictos navales en Ucrania.
Los movimientos rusos incluyen el despliegue de misiles S-300 y S-400 y otros sistemas de armas, así como capacidades de guerra electrónica a Siria. Detrás de los esfuerzos del Kremlin, según el informe, hay un impulso más amplio para obligar a las tropas estadounidenses a retirarse de Siria.
Los despliegues rusos en Siria también limitarán severamente la capacidad de Israel para lanzar ataques contra las fuerzas iraníes en el país. Los medios de comunicación sirios afirmaron que Israel atacó las milicias respaldadas por Irán en al-Kiswah, al sur de la capital de Damasco, a unos 50 kilómetros de la frontera con Israel, el jueves por la noche.
«Tanto Estados Unidos como Israel deben estar preparados para suprimir un mayor número de sistemas de defensa aérea y utilizar aviones furtivos más caros como el F-35 en Siria», dijo el informe de ISW.
Sin embargo, la estrategia rusa también tiene profundas implicaciones para la proyección de poder de los Estados Unidos en toda la región.
«Rusia puede obtener una ventaja estratégica a largo plazo sobre la OTAN a través de sus nuevas capacidades en Siria», escriben los autores del informe. «Los Estados Unidos y la OTAN ahora deben tener en cuenta el riesgo de una escalada peligrosa en el Medio Oriente en medio de cualquier confrontación con Rusia en Europa del Este».