El Kremlin ha afirmado que discutirá el futuro de sus dos bases militares en Siria con los nuevos gobernantes del país tras el derrocamiento de Bashar al-Assad.
Al ser preguntado sobre este tema, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que es “demasiado pronto” para tomar una decisión y que las conversaciones se llevarán a cabo con quien esté en el poder en Siria.
Peskov también confirmó que Rusia ha concedido asilo político a Bashar al-Assad, aunque no reveló su ubicación. Añadió que el presidente ruso, Vladimir Putin, fue quien tomó personalmente la decisión de ofrecerle asilo, pero no había planes de una reunión entre ambos.
En cuanto al paradero de Assad, Peskov evitó hacer comentarios, afirmando que lo ocurrido ha “sorprendido al mundo entero”, y que Rusia no es una excepción en este aspecto.