Los combates entre los soldados turcos y el ejército sirio, que Rusia ha estado apoyando durante cinco años, sería el peor desarrollo posible, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, comentando una declaración del presidente turco Recep Erdogan, quien advirtió que una operación en la provincia siria de Idlib comenzará en los próximos días a menos que el dictador Bashar Assad y Moscú retiren sus fuerzas.
“Si se trata de una operación contra grupos terroristas en Idlib, entonces, sin duda, será una actividad acorde con los acuerdos de Sochi, porque la neutralización de estos grupos terroristas, que ahora poseen armamento, equipo e infraestructura de municiones bastante poderosos, es obligación de Turquía”, señaló Peskov.
“Si estamos hablando de una operación contra las fuerzas armadas legítimas sirias, será sin duda el peor desarrollo posible”, cita Interfax.
La semana pasada Turquía comenzó a desplegar un contingente adicional de fuerzas en Siria, incluyendo tanques y transportes blindados. Según la agencia de noticias Anadolu, las tropas se concentran en la provincia turca de Hatay, que limita con Siria. Se han transferido a la región técnicos, fuerzas especiales y camiones con municiones.
El 10 de febrero, Turquía llevó a cabo un extenso ataque contra el ejército del gobierno sirio y afirmó haber “eliminado” 100 soldados, tres tanques, dos puestos de tiro y un helicóptero. Una operación completa en Idlib con el objetivo de detener la ofensiva de Assad “podría comenzar en cualquier momento”, advirtió Erdogan el miércoles. Según la ONU, la ofensiva de Assad ya ha forzado a 700.000 sirios a dejar sus hogares y dirigirse a Turquía.
“Al régimen [de Assad] solo le quedan unos días para detener su agresión en Idlib y retirarse a los territorios estipulados en el Acuerdo de Sochi. Esta es nuestra última advertencia”, dijo Erdogan, y añadió que “Turquía no dejará Idlib al régimen de Assad y sus partidarios”.
En diciembre, Erdogan acusó a Rusia de incumplir los acuerdos relativos en Siria, enviando así una ola de refugiados a Turquía que no puede acoger. Los campos de refugiados temporales están desbordados, albergando a casi 4 millones de personas.
Cuatro rondas de negociaciones con funcionarios rusos, dos en Turquía la semana pasada y otras dos el lunes y martes en Moscú, han quedado en nada.
“No aceptamos el mapa [de las fronteras de la zona de desescalada] propuesto por Rusia”, dijo el portavoz presidencial turco Ibrahim Kalin el martes.
Kalin añadió que Turquía está enviando vehículos blindados y tropas al norte de Siria “para proteger a los civiles”. “Nuestros objetivos no son el petróleo o la captura de territorio. Sólo queremos lograr la estabilidad de la región. Las oleadas de refugiados están presionando gradualmente a Turquía”, explicó.