Rusia, Turquía e Irán -que forman el trío Astana- han anunciado su intención de celebrar otra ronda de conversaciones de paz sobre Siria, según una declaración conjunta posterior a la tercera reunión del Comité Constitucional de Siria celebrada ayer en Ginebra.
Los tres países garantes expresaron su compromiso con la soberanía y la integridad territorial de Siria y acordaron “continuar la cooperación para eliminar en última instancia a Daesh/ISIL, el Frente de Al-Nusra y todas las demás personas, grupos, empresas y entidades asociadas con Al-Qaeda o Daesh/ISIL y otros grupos terroristas designados por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, garantizando al mismo tiempo la protección de los civiles y la infraestructura civil de conformidad con el derecho internacional humanitario”.
Moscú, Ankara y Teherán también condenaron la transferencia de los ingresos del petróleo sirio entre una empresa con licencia de los Estados Unidos y “la entidad ilegítima como parte de su programa separatista”, refiriéndose al YPG.
A continuación, denunciaron “los continuos ataques militares israelíes en Siria en violación del derecho internacional y el derecho internacional humanitario y que socavan la soberanía de Siria y los países vecinos, así como ponen en peligro la estabilidad y la seguridad de la región”, y rechazaron “las sanciones unilaterales adoptadas en medio de la pandemia”, que contravienen el derecho internacional y el derecho humanitario y la Carta de las Naciones Unidas.
Formado el año pasado con su primera ronda de conversaciones, el Comité Constitucional es considerado una parte central del plan de paz de las Naciones Unidas para Siria, que fue definido por la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad, adoptada en diciembre de 2015. La segunda ronda de conversaciones, prevista para finales de noviembre, nunca se materializó debido a desacuerdos en el programa y hubo más retrasos debido a la pandemia de coronavirus.
La primera reunión del proceso de Astana se celebró en Turquía en enero de 2017. Las partes sostienen que no es una alternativa al Proceso de Ginebra patrocinado por las Naciones Unidas, sino un esfuerzo complementario para facilitarlo.