El Ministerio de Defensa sirio responsabilizó el domingo a Hezbolá por la captura y asesinato de tres militares sirios en la frontera con Líbano, según medios estatales. En contraste, el grupo libanés negó cualquier implicación en los hechos.
Según la agencia SANA, el Ministerio afirmó que “un grupo de la milicia Hezbolá secuestró a tres soldados sirios en la frontera, los trasladó a territorio libanés y los ejecutó”. Ante esta situación, las autoridades sirias anunciaron que tomarán “todas las medidas necesarias” frente a lo que calificaron como una “peligrosa escalada” de Hezbolá. El incidente ocurrió cerca de la presa de Zeita, en el oeste de Homs.
Hezbolá, respaldado por Irán, rechazó estas acusaciones y aseguró en un comunicado que “no tiene ninguna conexión con los acontecimientos en la frontera sirio-libanesa ni con ningún suceso dentro de Siria”.
En paralelo, la agencia estatal libanesa NNA informó que varios cohetes lanzados desde territorio sirio impactaron en la aldea libanesa de Qasr, situada en la frontera. Una fuente de seguridad libanesa explicó a AFP que “las tensiones estallaron después de que tres miembros de las fuerzas de seguridad sirias cruzaran a Líbano, donde fueron abatidos por hombres armados locales relacionados con una familia vinculada al contrabando”. Se desconoce el motivo de su incursión en el país.
Tras su muerte, los atacantes entregaron los cuerpos al ejército libanés, que los transfirió a Siria a través de la Cruz Roja Libanesa. Posteriormente, las fuerzas de seguridad sirias respondieron bombardeando viviendas en Qasr.
Hezbolá desempeñó un papel clave en el apoyo al expresidente sirio Bashar al-Assad antes de su derrocamiento en diciembre en una ofensiva relámpago de rebeldes islamistas. Bajo su mandato, Siria facilitó el tráfico de armas desde Irán hacia Hezbolá, que ha librado múltiples guerras contra Israel. El grupo, junto con Hamás, ha prometido la destrucción de Israel, intensificando sus ataques desde el 8 de octubre de 2023, un día después del asalto de Hamás contra el sur de Israel.
El mes pasado, las nuevas autoridades sirias lanzaron una ofensiva en la provincia de Homs para desmantelar las redes de contrabando de armas y bienes. Acusaron a Hezbolá de atacar sus posiciones y de patrocinar actividades ilícitas en la frontera.