El ministro de Relaciones Exteriores sirio, Asaad al-Shaibani, anunció un plan respaldado por Jordania y Estados Unidos para restablecer la calma en la provincia de Sweida, de mayoría drusa, que fue escenario de violencia sectaria mortal en julio. Israel efectuó ataques para proteger a la población drusa.
La situación en la provincia se ha mantenido tensa desde los enfrentamientos, que según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos causaron la muerte de más de 2.000 personas, incluidos 789 civiles drusos supuestamente ejecutados de forma sumaria por personal de los ministerios de Defensa e Interior.
Shaibani declaró en una conferencia de prensa que el gobierno sirio estableció una hoja de ruta clara para actuar que respalde la justicia y genere confianza, y añadió que el plan contempla responsabilizar a quienes atacaron a civiles, indemnizar a los afectados e iniciar un proceso de reconciliación interna.
Según Shaibani, la aplicación del plan contará con una investigación de las Naciones Unidas sobre la violencia.
El ministro de Relaciones Exteriores jordano, Ayman Safadi, presente en el evento junto con el enviado estadounidense Tom Barrack, afirmó que un mecanismo conjunto sirio-jordano-estadounidense garantizaría la aplicación del plan.
El derramamiento de sangre comenzó el 13 de julio con enfrentamientos entre combatientes drusos y beduinos sunitas y se aumentó con rapidez, lo que atrajo a fuerzas gubernamentales y a combatientes tribales de otras regiones de Siria.
Israel llevó a cabo una serie de ataques aéreos, incluso contra las fuerzas del gobierno sirio, con el objetivo de proteger a la población drusa.