Se abren las urnas en Siria para celebrar las primeras elecciones parlamentarias desde la caída del líder autocrático Bashar al-Assad, derrocado en una ofensiva rebelde en diciembre.
Entre los aspirantes a uno de los 120 escaños en disputa en la Asamblea Popular está Henry Hamra, un judío sirio que huyó a Estados Unidos en 1992 y ahora busca representar al distrito de Damasco.
La votación no está abierta al público. En su lugar, unos seis mil miembros de un colegio electoral emitirán los votos en nombre de los ciudadanos de sus distritos, mientras que aproximadamente un tercio de los 210 escaños de la Asamblea será designado directamente por el presidente interino Ahmed al-Shara’a.
Aun así, los resultados de las elecciones podrían interpretarse como un indicador de la importancia que las autoridades interinas otorgan a la inclusión, especialmente de las mujeres y las minorías.
Si resulta elegido, Hamra sería el primer representante judío en ingresar al Parlamento desde 1947, según el historiador sirio Sami Moubayed.
El viernes, en el barrio judío de la Ciudad Vieja de Damasco, un fotógrafo de la AFP observó carteles en las paredes con la imagen de Hamra junto a la bandera siria y la leyenda: “Candidato por Damasco a la Asamblea Popular Siria”.
Las elecciones en la provincia de Sweida, de mayoría drusa, y en las zonas del noreste controladas por las Fuerzas Democráticas Sirias, lideradas por los kurdos, se han pospuesto indefinidamente debido a las tensiones entre las autoridades locales y el gobierno central de Damasco. Como resultado, esos escaños permanecerán vacíos. Su exclusión ha generado dudas sobre la representación de las comunidades que no pertenecen a la mayoría árabe sunita.
Sin embargo, Benjamin Feve, analista principal de la consultora Karam Shaar Advisory, especializada en Siria, sostiene que los distritos electorales se han diseñado para conformar circunscripciones de mayoría-minoría.
“Si el gobierno hubiera querido reducir el número de minorías, habría fusionado estos distritos o localidades con distritos de mayoría musulmana sunita”, explicó. “En ese caso, las minorías habrían quedado diluidas, y eso no ocurrió”.
La agencia estatal de noticias SANA, citando al presidente del comité electoral nacional, Mohammed Taha al-Ahmad, informó que las mujeres representan el 14% de los 1.578 candidatos. En algunos distritos alcanzan entre el 30% y el 40% del total, mientras que en otros no hay ninguna candidata.