Funcionarios sirios e israelíes acordaron reunirse nuevamente tras no haber alcanzado un acuerdo definitivo en las conversaciones celebradas en París bajo mediación estadounidense, según informó el canal estatal sirio Ekhbariya TV el sábado, citando a una fuente diplomática.
La fuente calificó el diálogo como “honesto y responsable”, en la primera confirmación oficial por parte del gobierno sirio de que se habían llevado a cabo conversaciones
El viernes, el enviado estadounidense Tom Barrack declaró que los representantes de ambos países abordaron la posibilidad de reducir la tensión en Siria durante las conversaciones mantenidas el jueves.
Ekhbariya indicó que participaron funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores sirio y representantes de los servicios de inteligencia.
Según Axios, el ministro israelí de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, representó a Israel, mientras que Siria estuvo representada por su ministro de Asuntos Exteriores, Asaad al-Shaibani.
La última vez que funcionarios sirios e israelíes de tan alto nivel se reunieron fue en el año 2000, cuando el entonces presidente estadounidense Bill Clinton recibió al primer ministro Ehud Barak y al ministro de Exteriores sirio Farouq al-Sharaa en Virginia Occidental para mantener conversaciones de paz.
Las conversaciones actuales se producen tras enfrentamientos que dejaron centenares de muertos en la provincia meridional siria de Sweida, entre combatientes drusos, tribus beduinas suníes y fuerzas del gobierno. Israel intervino con ataques aéreos para evitar masacres de drusos por parte de las fuerzas gubernamentales.
Según el canal saudí Al-Hadath, Turquía y Estados Unidos actúan como mediadores del proceso, y se prevé que una delegación israelí viaje próximamente a Bakú, Azerbaiyán, con el fin de cerrar acuerdos con Siria.
No obstante, el informe también señala que Israel no ha asumido un compromiso para detener sus ataques en territorio sirio y exige la creación de una zona desmilitarizada en la frontera, así como una presencia permanente en la zona de amortiguamiento que sus fuerzas militares tomaron tras la caída del régimen de Bashar al-Assad en diciembre.
Antes de los ataques de la semana pasada, Israel y Siria mantenían “conversaciones avanzadas” orientadas a alcanzar un acuerdo para cesar las hostilidades, en un contexto en el que la administración Trump también impulsaba la normalización plena de relaciones diplomáticas entre ambas partes.
Los enfrentamientos recientes han evidenciado los desafíos que enfrenta el presidente interino sirio, Ahmed al-Sharaa, en su intento por estabilizar el país y preservar un control centralizado, a pesar del acercamiento con Estados Unidos y de la evolución de los contactos en materia de seguridad con Israel.
La parte siria responsabilizó a Israel por la escalada más reciente, y afirmó que la persistencia de tales “políticas hostiles” ponía en peligro a toda la región, según la misma fuente. La delegación siria también expresó que Damasco no aceptará la imposición de “nuevas realidades sobre el terreno”.
Por su parte, Israel acusó a las fuerzas de al-Sharaa de haber colaborado en los ataques mortales perpetrados por tribus beduinas contra la comunidad drusa. Los combates, que se prolongaron durante una semana, concluyeron aparentemente con un alto el fuego negociado por Washington y anunciado el sábado.
Pese a que algunos de sus propios combatientes, incluido Shaibani, tienen vínculos con al-Qaeda, Sharaa ha prometido proteger a las diversas minorías sectarias de Siria. Sin embargo, ese compromiso ha sido puesto en entredicho, primero por las matanzas masivas de miembros de la secta alauita de Assad en marzo, y ahora por los últimos actos de violencia en el suroeste.
Siria e Israel se han encontrado en bandos opuestos en los conflictos del Oriente Medio durante décadas, lo que ha incluido combates directos y en muchos casos encarnizados.