Siria aplazó por segunda vez las elecciones parlamentarias del jueves, como parte de las medidas para proteger al país devastado por la guerra de la pandemia por el coronavirus.
El gobierno sirio ha registrado 44 casos, incluidas tres muertes en zonas bajo su control, mientras que la administración kurda en el noreste de Siria ha informado de tres casos, incluida una muerte.
Human Rights Watch dijo la semana pasada que los suministros médicos para prevenir y tratar el nuevo coronavirus no están llegando al noreste de Siria debido a las restricciones impuestas por el gobierno sirio y el gobierno regional kurdo.
La oficina del presidente dijo en sus cuentas oficiales de los medios sociales que la votación se postergará hasta el 19 de julio, a partir de la fecha prevista del 20 de mayo como “parte de las medidas preventivas” para combatir el virus.
Los comicios, que se celebrarán en todas las zonas administradas por el gobierno, son los terceros desde el inicio, hace nueve años, de un conflicto que ha matado al menos a 384.000 personas.
Inicialmente se suponía que se realizarían el 13 de abril, antes de que el gobierno, en marzo, impusiera un bloqueo para frenar la propagación del virus.
El dictador Bashar Assad advirtió el lunes de una “catástrofe” si la flexibilización de las medidas de bloqueo en el país azotado por la guerra es mal manejada.
El toque de queda nocturno sigue vigente y está prohibido viajar entre provincias. Pero la semana pasada el gobierno comenzó a levantar gradualmente las restricciones permitiendo que los mercados y negocios reabran durante el día. Esta semana, dijo que los sermones del viernes se reanudarían en las mezquitas.
Con millones de personas desplazadas en condiciones de hacinamiento y sin un saneamiento adecuado, el jefe humanitario de las Naciones Unidas, Mark Lowcock, dijo recientemente al Consejo de Seguridad de la ONU que no se puede esperar que el país “haga frente a una crisis que está desafiando incluso a las naciones más ricas”.
Después de haber ocupado apenas una quinta parte del país hace cinco años, la intervención rusa ha ayudado al régimen a recuperar el control de más del 70% del territorio nacional.
Durante nueve años de guerra han muerto más de 380.000 personas, docenas de pueblos y ciudades han sido arrasados y la mitad de toda la población del país ha sido desplazada.