El gobierno sirio condenó la extracción israelí de cientos de miembros de la organización humanitaria Cascos Blancos del sur de Siria a Jordania el lunes, calificándola como una “operación criminal” por parte de “Israel y sus instrumentos”, informó la televisión estatal siria.
Israel facilitó la evacuación de los socorristas sirios de los Cascos Blancos y sus familias durante la noche del sábado, lo que les permitió cruzar la frontera sirio-israelí y luego transportarlos a Jordania.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, dijo que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, fueron dos de los líderes occidentales que pidieron a Israel que ayude a sacar a los miembros de Cascos Blancos de Siria.
“Esta gente que salvó vidas ahora estaba bajo amenaza mortal”, dijo Netanyahu en un comunicado. “Por lo tanto, autoricé transferirlos a través de Israel a otros países como una importante medida humanitaria”.
Israel transportó a varios cientos de trabajadores sirios de los Cascos Blancos y sus familias desde el sudoeste de Siria a Jordania durante la noche del sábado, diciendo que había participado en “un esfuerzo humanitario” a petición de los Estados Unidos y los países europeos.
Las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron que se comprometieron en llevar a cabo el gesto “fuera de lo común” debido al “riesgo inmediato” para las vidas de los civiles, mientras las fuerzas del régimen respaldadas por Rusia se acercaban a la zona. Recalcó que no estaba interviniendo en los combates en curso en Siria.