WASHINGTON, DC – El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, trató de poner fin a los temores de un abrupto retiro de Estados Unidos desde Siria, y dijo que la lucha contra el grupo del Estado Islámico no había terminado y que la retirada se haría de manera «prudente».
«Nos iremos a un ritmo adecuado y al mismo tiempo continuaremos luchando contra ISIS y haciendo todo lo demás que sea prudente y necesario«, escribió Trump en Twitter.
El presidente se ha visto sometido a una intensa presión tanto en el país como en las capitales aliadas, después de declaraciones anteriores que indicaban que consideraba que el grupo Estado Islámico había sido vencido y que quería que las tropas de Estados Unidos salieran de Siria de manera inminente.
La nueva declaración de Trump sigue a un viaje de su asesor de seguridad nacional, John Bolton, a Israel, en el que le dijo al primer ministro Benjamin Netanyahu el domingo que «el retiro no se produciría antes de que ISIS sea derrotado y no pueda revivirse«.
Las garantías se produjeron después de una tormenta diplomática causada por el anuncio sorpresa de Trump en diciembre que parecía indicar un rápido retiro de Siria, donde las fuerzas especiales de los Estados Unidos desempeñan un papel importante en el apoyo a las fuerzas locales que luchan contra ISIS.
«Hemos ganado contra ISIS», dijo en ese momento. «Les hemos golpeado y les hemos golpeado mal. Hemos recuperado la tierra. Y ahora es el momento de que nuestras tropas vuelvan a casa».
Aliados como Gran Bretaña y Francia advirtieron que el Estado Islámico no había sido derrotado. También surgieron preguntas sobre el destino de los grupos kurdos que han luchado en gran parte junto con los Estados Unidos en Siria, pero ahora temen los ataques de Turquía.
Los funcionarios israelíes expresaron su alarma de que una rápida retirada podría permitir a Irán expandir su influencia y presencia en Siria, sacudida por una guerra civil de años y la militancia del Estado Islámico. Según informes, Netanyahu le pidió a Trump que escalonara la retirada de Estados Unidos durante un largo período de tiempo, en lugar de llevar a cabo una retirada inmediata.

La promesa de retirada inicial también provocó una oposición abierta desde dentro del partido republicano de Trump y la renuncia del respetado secretario de defensa James Mattis.
En la declaración del lunes, Trump se quejó de que la cobertura de los medios de comunicación había distorsionado sus palabras originales, diciendo que su último cargo sobre Siria «no era diferente de mis declaraciones originales».
Actualmente, unas 2.000 fuerzas estadounidenses se encuentran en Siria, en medio de una compleja guerra civil. La mayoría de los soldados de los Estados Unidos están allí para entrenar a las fuerzas locales que luchan contra el Estado Islámico.