ANKARA, Turquía – El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan amenazó el miércoles con lanzar una nueva operación militar en el norte de Siria si no se despejan los militantes kurdos de las zonas a lo largo de su frontera con Siria.
En un discurso dirigido a los legisladores de su partido en el parlamento, el líder turco también dijo que un ataque aéreo ruso dirigido a los rebeldes sirios apoyados por Turquía en Idlib a principios de esta semana era una indicación de que Moscú no buscaba una paz duradera en la región.
“Si no se retiran todos los terroristas… como se nos ha prometido, repito una vez más que tenemos una razón legítima para intervenir en cualquier momento en que sintamos la necesidad de hacerlo”, dijo Erdogan.
Sus comentarios se produjeron días después de que un presunto terrorista kurdo, que según las autoridades se había infiltrado en Turquía desde Siria, se volara en una ciudad de la provincia fronteriza de Hatay, tras una persecución policial. Los oficiales de seguridad mataron a un segundo sospechoso.
En sus primeros comentarios sobre el ataque aéreo del lunes que mató a docenas de combatientes, Erdogan dijo: “El ataque de Rusia contra el centro de entrenamiento de las fuerzas del ejército nacional sirio es una señal de que no se quiere una paz y una calma duraderas en la región”.
El ataque fue el más mortífero en Idlib desde la tregua entre Turquía y Rusia que entró en vigor en marzo. Ocurrió cuando las relaciones entre Rusia y Turquía mostraron signos crecientes de tensión por la participación militar de Ankara en Siria, las montañas del Cáucaso y en Libia, donde Moscú también tiene intereses. En Siria, Rusia es uno de los principales partidarios del gobierno del presidente sirio Bashar Assad.
Turquía ha realizado tres grandes incursiones en Siria desde 2016 para alejar a los militantes kurdos o al grupo del Estado Islámico de la zona fronteriza.
El año pasado envió tropas al noreste de Siria para expulsar de la zona a los combatientes kurdos sirios que considera terroristas y crear una “zona segura” en la que espera reasentar a los refugiados. Turquía detuvo la ofensiva después de acuerdos separados con los Estados Unidos y Rusia que prometían la retirada de los combatientes kurdos.