Los asesores legales del Ministerio de Defensa y de las FDI compilaron una opinión según la cual se debería permitir a los judíos comprar tierras como individuos en Judea y Samaria, informó Haaretz el domingo.
Según el informe, las opiniones que sientan precedente están ahora en la mesa del Fiscal General Adjunto Erez Kaminitz, quien se espera que las apruebe con el respaldo del Fiscal General Avichai Mandelblit.
El dictamen también recomienda suavizar el requisito de un permiso para cualquier negocio de tierras en Judea y Samaria, un requisito que también constituye una pesada barrera para la adquisición de tierras por parte de los judíos.
“El permiso tiene por objeto impedir la compra por factores hostiles, una justificación del período jordano. Esta justificación plantea la cuestión de la situación de la parte que solicita un permiso, incluido un israelí, y de que se le perciba como un factor hostil en circunstancias en las que el gobierno militar israelí es el soberano de la región”, dice la opinión.
Esto es nada menos que una revolución en el derecho inmobiliario en Judea y Samaria, que todavía está bajo la legislación otomana, obligatoria y jordana.
Según la situación actual, solo los jordanos, los árabes palestinos o los “extranjeros de origen árabe” pueden comprar tierras en Judea y Samaria, según la legislación jordana que sigue siendo válida en Judea y Samaria. Con el fin de eludir la prohibición, a lo largo de los años se han registrado en la Administración Civil una serie de empresas de propiedad judía, cuyo único propósito es constituir un medio de tenencia legal de tierras.
Si se adopta el nuevo dictamen, se permitirá por primera vez que los judíos israelíes se registren como tierras privadas adquiridas y eviten la necesidad de establecer compañías de paja para los fines de las adquisiciones.