Los jefes de los servicios de seguridad de Israel se reunirán el miércoles para discutir la preparación para diferentes escenarios si se aplica la soberanía a partes Judea y Samaria el próximo mes como está previsto.
El Jefe de Estado Mayor de las FDI, Aviv Kohavi, dará la bienvenida al Jefe del Shin Bet, Nadav Argaman, y a varios altos comandantes de las FDI y oficiales del Shin Bet al cuartel general militar de Kiryia en Tel Aviv para una reunión sin precedentes sobre este tema, según informó la prensa en hebreo.
El primer ministro Benjamin Netanyahu insistió en presentar planes para extender la soberanía de Israel sobre los poblados y el Valle del Jordán – cerca del 30 por ciento de Judea y Samaria, el primero de julio – dando al ejército menos de un mes para completar los preparativos para un paso que muchos analistas y funcionarios de defensa han advertido que podría conducir a un estallido de violencia palestina, así como poner en peligro los vínculos de Jerusalén con su vecino Jordania y otros países árabes.
Los preparativos, cuyo nombre en clave es “Shajar B’Harim”, se ven empañados no solo por el limitado conocimiento de lo que los palestinos pueden estar planeando en respuesta al anuncio de anexión, sino también por la falta de información sobre lo que el gobierno del Primer Ministro Benjamin Netanyahu tiene la intención de anunciar.
En el debate se discutirán diferentes escenarios, desde los ataques de lobo solitario de islamistas palestinos hasta los disturbios, una tercera intifada, o incluso la opción extrema de cortar todos los lazos con Jordania y la Autoridad Palestina.
Los jefes de seguridad también discutirán las posibles consecuencias que tal escalada podría tener en otros frentes, especialmente en la Franja de Gaza.
Analistas militares han advertido de un posible brote de violencia islamista en Judea, Samaria y Gaza en respuesta a los esfuerzos de Israel por aplicar su soberanía.
Ante esta iniciativa, Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, dijo que sus fuerzas de seguridad estaban rompiendo los vínculos con el ejército de Israel, declaración que desde entonces ha resultado ser exagerada porque, a pesar de esta dramática declaración, aunque en menor medida de lo habitual, se mantuvo el grado de coordinación.
Jordania, país con el que Israel tiene la frontera más larga, también ha amenazado con reconsiderar sus relaciones con Jerusalén si el Estado judío aplica sus planes.
El martes, el Ministro de Relaciones Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, advirtió de un “feroz conflicto” si la anexión continuaba.
Los países europeos, así como los Estados árabes con los que Israel no tiene vínculos oficiales, también advirtieron a Israel sobre las consecuencias de la anexión.
Los preparativos militares de Israel están en curso desde hace varios meses e incluyen capacitación especializada, equipo y entrenamiento en el uso de armas, así como una mayor coordinación militar con el Shin Bet y la policía israelí.
También incluyen un análisis de la autoridad que sería responsable de cada zona en caso de anexión, lo que probablemente transferirá la autoridad que actualmente ostenta el Ministerio de Defensa a las autoridades civiles.
El lunes, el Secretario de Defensa Benny Gantz ordenó a Kohavi que “intensifique el entrenamiento de las Fuerzas de Defensa de Israel”, dijo su oficina después de reunirse con el embajador de EE.UU. David Friedman.
El propio Gantz es considerado un opositor a la anexión unilateral, pero su acuerdo de coalición con Netanyahu permite a este último iniciar el plan a partir del 1 de julio, siempre que pueda obtener la aprobación de la Knesset – donde tiene casi garantizada la mayoría – y de los Estados Unidos.
Pero la aprobación de los Estados Unidos depende de la finalización del proceso de cartografía realizado por el equipo conjunto israelo-estadounidense, y una fuente dijo al The Times of Israel que es “muy improbable” que el proceso se complete antes del 1 de julio. La fuente indicó que podría aplazarse durante semanas o incluso meses.
Netanyahu prometió inicialmente en enero que la aplicación de la soberanía tendría lugar en pocos días, pero se vio obligado repetidamente a bajar sus expectativas.
Mientras los militares ya se preparaban para posibles disturbios en respuesta a la aplicación, antes de la reunión de Gantz con Kohavi el lunes, las Fuerzas de Defensa de Israel lo hicieron sin información específica sobre las intenciones del gobierno, aspectos que aún no habían sido resueltos.
En su discurso, el Ministro de Defensa no hizo referencia explícita a la anexión, pero ordenó a Kohavi “intensificar el entrenamiento de las FDI ante los esfuerzos diplomáticos que están a la orden del día en la arena palestina”.
“El Ministro de Defensa también informó al jefe del gabinete de los avances en el frente diplomático”, dijo el portavoz, sin especificar.
Gantz también dijo que va a designar un contacto personal para coordinar las acciones entre los diferentes organismos estatales involucrados en este proceso.
“Se va a formar un grupo conjunto que recogerá recomendaciones – a nivel operativo – sobre los esfuerzos que están en la agenda sobre Judea, Samaria y la Franja de Gaza”, dijo el portavoz.
Esta iniciativa se coordinará con Estados Unidos de acuerdo con el plan para Oriente Medio presentado por el presidente estadounidense Donald Trump en enero, que aprobó la extensión de la soberanía israelí a estas partes de Judea y Samaria.
Si bien el plan prevé conversaciones de paz y la creación de un Estado palestino en el resto de Judea y Samaria, toda la propuesta fue rechazada por la Autoridad Palestina, que pretende hacer de Judea y Samaria el territorio de un futuro Estado palestino.
Los planes exactos del Gobierno para cuándo y dónde pretende ampliar su soberanía aún no se han hecho públicos y todavía están siendo debatidos por un comité conjunto israelo-estadounidense encargado de trazar el territorio exacto que se anexará y el estatus de cada porción de territorio.