Israel no necesita el permiso de Estados Unidos para construir en los asentamientos de Cisjordania, dijo el ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, a los periodistas en la Knesset.
“Israel es un Estado soberano y no pide permiso para operar en su territorio”, dijo Lapid.
Habló en medio de la última disputa diplomática entre Israel y Estados Unidos sobre la reunión del Consejo Superior de Planificación para Judea y Samaria el jueves para avanzar y aprobar los planes para 3.988 viviendas de colonos.
El gobierno de Biden había pedido a Israel que no avanzara en los planes, dada su firme oposición a cualquier construcción de asentamientos israelíes.
“Siempre ponemos al día a los estadounidenses” cuando se trata de la construcción de asentamientos. Aclaró que no era lo mismo necesitar su aprobación.
Para contrarrestar el enfado de EE. UU. respecto a la medida, Israel redujo el alcance de los planes en unas 1.800-2.000 unidades. Pero la medida no apaciguó a la administración Biden, que al igual que la anterior administración Obama no quiere que se apruebe ningún plan de asentamiento.
El embajador de EE. UU. en Israel, Tom Nides, y el secretario de Estado, Antony Blinken, así como el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, han declarado en numerosas ocasiones que creen que esta actividad de asentamiento perjudica la posibilidad de crear una solución de dos Estados al conflicto.
Cuando se le preguntó sobre la tensión con EE. UU. en este asunto, Lapid dijo que si el avance de los planes para 3.988 viviendas de colonos tenía “consecuencias internacionales, es mi trabajo ocuparme de ellas y me ocuparé”.