El presidente libanés, Michel Aoun, está dispuesto a reanudar las negociaciones indirectas con Israel sobre la frontera marítima de ambas naciones, “de acuerdo con las leyes internacionales”, informó Aoun el lunes al mediador estadounidense John Desrocher.
“Estados Unidos debe presionar a Israel para que se presente a continuar las negociaciones, sin condiciones previas”, dijo Aoun. La última ronda de conversaciones sobre una frontera marítima entre Israel y Líbano no se reanudó tras la última ronda, que tuvo lugar a principios de mayo, debido a la postura de Líbano.
Según Aoun, Israel no puede “forzar sus posiciones unilaterales en las negociaciones”.
Aoun dijo a Desrocher que “dado el nuevo gobierno de Israel, espero que sus conversaciones con los funcionarios israelíes conduzcan a resultados positivos”.
Las negociaciones se encuentran en un punto muerto efectivo desde abril de este año, debido a la decisión de Beirut, bajo influencia de los militares del país, de añadir 1.340 km (833 millas) a la zona marítima en disputa con Israel.
Líbano espera que un acuerdo sobre la frontera marítima con Israel le permita descubrir reservas de gas natural en sus propias aguas territoriales. El gas natural sería una gran ayuda para la economía del país, que está al borde del colapso total.
Estados Unidos lleva una década mediando en el asunto, pero solo a finales del año pasado se logró un avance en el acuerdo para un marco de conversaciones mediado por Washington. Las conversaciones comenzaron en octubre, pero se interrumpieron pocas semanas después.
Israel y Líbano no tienen relaciones diplomáticas y están técnicamente en estado de guerra. Cada uno de ellos reclama unos 860 kilómetros cuadrados (330 millas cuadradas) del Mar Mediterráneo dentro de sus propias zonas económicas exclusivas.
Israel ya ha desarrollado una industria de gas natural en otras partes de sus aguas económicas, produciendo suficiente gas para el consumo interno y para exportar a Egipto y Jordania.
Líbano, que empezó a perforar en alta mar a principios de este año y espera empezar a buscar gas en la zona en disputa en los próximos meses, ha dividido su extensión de aguas en 10 bloques, de los cuales tres están en la zona en disputa con Israel.
Israel y Líbano también celebraron negociaciones indirectas en la década de 1990, cuando los Estados árabes e Israel trabajaban en acuerdos de paz. Los árabes palestinos y Jordania firmaron entonces acuerdos con Israel, pero Líbano y Siria no lo hicieron.