La Dirección Cibernética Nacional ha publicado un informe que detalla la creciente actividad de ciberataques contra Israel desde el inicio de la guerra con Hamás. El informe señala un aumento tanto en el número como en la intensidad de estos ataques a lo largo del conflicto.
Al inicio de la guerra, los ciberataques eran relativamente simples y se centraban en la desfiguración de sitios web y en intentos de robo de información. Con el tiempo, según el informe, los ataques se han vuelto más sofisticados y se han enfocado en causar daños reales y perturbar las operaciones de diversas organizaciones.
Los ciberataques han sido atribuidos a aproximadamente 15 grupos diferentes, con vínculos conocidos con Irán, Hezbolá y Hamás. Además, se ha observado colaboración entre algunos de estos grupos en sus actividades de ciberataque.
Otras operaciones cibernéticas se han centrado en la difusión de desinformación en línea como parte de esta creciente confrontación cibernética.