Una reciente investigación destaca cómo los cerebros de hombres y mujeres, a nivel celular, responden de manera distinta al estrés.
Un paso adelante en la neurociencia de género
El Instituto Weizmann de Rehovot, en colaboración con el Instituto Max Planck de Psiquiatría de Múnich, ha presentado un estudio que aborda las diferencias de respuesta al estrés entre hombres y mujeres a nivel celular.
El equipo espera que estos hallazgos contribuyan al desarrollo de tratamientos psiquiátricos relacionados con el estrés, adaptados según el sexo del paciente. Las afecciones incluyen ansiedad, depresión, trastorno por estrés postraumático y hasta enfermedades como la diabetes.
El estudio, liderado por la Dra. Elena Brivio, resalta la importancia de analizar a hombres y mujeres por igual en investigaciones básicas a nivel celular y molecular, una demanda que ha ganado fuerza desde los años 80.
Historia detrás de la investigación
El estudio, publicado en la revista Cell Reports, contó con Brivio, originaria de Italia, como investigadora principal durante su doctorado en el laboratorio de Chen. Actualmente, la Dra. Brivio trabaja en el IGBMC de Francia.
En conversaciones con medios locales, la doctora aclaró que su investigación se realizó en ratones, refiriéndose a diferencias de sexo y no de género, ya que el género es una construcción humana.
Se seleccionaron ratones para el estudio debido a que sus cerebros sirven como buenos modelos para comprender los cerebros humanos, incluso mostrando comportamientos depresivos similares a los de los humanos.
Descubrimientos claves del estudio
Durante años, la evidencia ha mostrado que hombres y mujeres experimentan el estrés de manera diferente. Se ha observado que el estrés se manifiesta distinto en cada género, tanto en prevalencia como en síntomas. Las mujeres, por ejemplo, reciben dos tercios de los diagnósticos de depresión y tienden a mostrar retraimiento social y falta de disfrute, mientras que los hombres suelen mostrar más ira.
Además, ciertos medicamentos para trastornos relacionados con el estrés tienen una eficacia distinta según el género del paciente. Esta variabilidad ha sido un misterio debido al desconocimiento de los trastornos y a la falta de investigación sobre la biología femenina.
Para profundizar en el tema, el equipo empleó la secuenciación del ARN en las células del tejido del núcleo paraventricular del hipotálamo de los ratones, área encargada de coordinar la respuesta al estrés. Las pruebas revelaron que distintos tipos de células responden de manera diferente al estrés y que existen diferencias significativas entre géneros.
Metodología aplicada y relevancia
Antes de examinar las células cerebrales, los ratones fueron sometidos a diversos niveles y tipos de estrés, ya sea físico, psicológico o social, en períodos cortos y largos. Estos escenarios incluyeron separaciones temporales de su nido o del grupo social conocido.
Al aplicar posteriormente la secuenciación del ARN, el equipo identificó las células presentes y observó que no solo las neuronas (células nerviosas) respondían al estrés, sino también otras células, evidenciando diferencias de respuesta según el género.
Respuestas celulares al estrés: una cuestión de género
La investigación demostró que distintos tipos de células cerebrales reaccionan de manera diferente ante situaciones de estrés. Específicamente, se identificaron células que reaccionaban en las hembras pero no en los machos y viceversa.
Después de un episodio de estrés crónico, algunas células demostraron ser especialmente sensibles, y esta sensibilidad variaba entre machos y hembras.
Brivio, uno de los principales investigadores, subrayó la relevancia de estos hallazgos, especialmente cuando se trata de comprender las diferencias de género en la respuesta al estrés.
Oligodendrocitos: el epicentro de la sensibilidad al estrés
Los investigadores dirigieron su atención a los oligodendrocitos, células que respaldan a las neuronas y regulan la actividad cerebral. Estas células demostraron ser las más afectadas por el estrés.
En ratones macho, los oligodendrocitos presentaron cambios tras la exposición al estrés, mostrando una estructura más simplificada. Sin embargo, en las hembras, estas células mantuvieron su estructura compleja.
Brivio enfatizó la importancia de los oligodendrocitos en la respuesta al estrés y sugirió su potencial relevancia para el correcto funcionamiento del cerebro.
Implicaciones en enfermedades relacionadas con la mielina
Los hallazgos sobre los oligodendrocitos pueden beneficiar a investigadores de trastornos vinculados con la mielina, como la esclerosis múltiple. Esta condición, cuya principal afectación es la producción de mielina por parte de los oligodendrocitos, es más prevalente en mujeres.
Los datos del estudio han sido compartidos en un sitio web interactivo, conforme a principios de acceso libre en ciencia.
Brivio resaltó la potencial aplicación de estos hallazgos en el desarrollo de medicamentos futuros.