China está a punto de establecer su propio sistema de navegación por satélite que podría convertir al país en un competidor clave en el mercado de los servicios de geolocalización y, con el tiempo, proporcionar independencia de la tecnología GPS controlada por los Estados Unidos, según los informes.
El 30 y último satélite de la red “Beidou” fue lanzado el 23 de junio en la provincia de Sichuan y alcanzó su órbita media hora después.
La red, que ya se utiliza en millones de teléfonos móviles, ha proporcionado servicios basados en satélites a la región de Asia y el Pacífico desde el 2012.
CNBC citó a expertos que informaron que, si el sistema se establece, no solo impulsará la influencia tecnológica de China a nivel internacional, sino que también asegurará que, incluso si los Estados Unidos cortan a China la red GPS, los sistemas de navegación del ejército chino no se verán afectados.
“El impacto más profundo es que ahora es independiente. Ahora China tiene un sistema que es resistente y puede ser utilizado en tiempos de conflicto”, indicó Christopher Newman, profesor de derecho y política espacial en la Universidad británica de Northumbria.
“La red Beidou es un emblema de las grandes ambiciones de China en materia de política exterior. Están adoptando una visión mucho más global”, añadió Newman, añadiendo que algunos países dependen cada vez más de los fondos chinos para proyectos de infraestructura masiva, por lo que el nuevo sistema permitiría a China ejercer aún más influencia sobre ellos.
Sin embargo, Jonathan McDowell, astrónomo del Centro Harvard-Smithsonian para la Astrofísica, afirmó a AFP que, aunque el nuevo sistema podría hacer que China sea independiente de los sistemas de los Estados Unidos y Europa, no pensaba que China sería capaz de “suplantar al GPS en los próximos 10 o incluso 20 años”.