China lanzó con éxito una sonda no tripulada a Marte el jueves en su primera misión independiente a otro planeta, una apuesta por el liderazgo mundial en el espacio y una muestra de su destreza y ambición tecnológica.
El cohete portador más grande de China, el Long 5 Y-4 de marzo, despegó con la sonda a las 12:41 p.m. (0441 GMT) desde el Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang en la isla sureña de Hainan.
Se espera que la sonda llegue a Marte en febrero, donde intentará desplegar un rover para explorar el planeta durante 90 días.
Si tiene éxito, el Tianwen-1, o “Preguntas al Cielo”, que es el nombre de un poema escrito hace dos milenios, hará que China sea el primer país en orbitar, aterrizar y desplegar un rover en su misión inaugural.
Habrá desafíos por delante a medida que la nave se acerque a Marte, dijo a los periodistas Liu Tongjie, portavoz de la misión, antes del lanzamiento.
“Al llegar a las proximidades de Marte, es muy crítico desacelerar”, dijo.
“Si el proceso de desaceleración no es correcto, o si la precisión del vuelo no es suficiente, la sonda no será capturada por Marte”, dijo, refiriéndose a la gravedad en Marte que lleva a la nave a la superficie.
Liu dijo que la sonda orbitaría Marte durante unos dos meses y medio y buscaría la oportunidad de entrar en su atmósfera y hacer un aterrizaje suave.
“Entrar, desacelerar y aterrizar (EDL) es un proceso muy difícil. Creemos que el proceso de EDL de China todavía puede tener éxito, y la nave espacial puede aterrizar con seguridad”, dijo Liu.
Ocho naves espaciales – americanas, europeas e indias – están o bien orbitando Marte o en su superficie con otras misiones en curso o planeadas.
Los Emiratos Árabes Unidos lanzaron una misión a Marte el lunes, un orbitador que estudiará la atmósfera del planeta.
Los Estados Unidos tienen planes de enviar una sonda en los próximos meses que desplegará un rover llamado Perseverance, el vehículo más grande, pesado y avanzado enviado al Planeta Rojo por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA).
La sonda de China llevará varios instrumentos científicos para observar la atmósfera y la superficie del planeta, buscando señales de agua y hielo.
China hizo previamente una propuesta a Rusia para ir a Marte en 2011, pero la nave espacial rusa que llevaba la sonda no salió de la órbita terrestre y se desintegró sobre el Océano Pacífico.
El cuarto lanzamiento previsto para Marte, el ExoMars UE-Rusia, se aplazó dos años debido a la pandemia de coronavirus y a problemas técnicos.