Israel enfrenta una ofensiva cibernética sin precedentes desde el estallido de la guerra contra Hamás el 7 de octubre de 2023. Según el subjefe de defensa cibernética, Nitzan Amar, los ataques se han triplicado tras la incorporación activa de Irán y sus aliados, como Hezbolá, a las campañas de piratería.
Durante su intervención en la conferencia global Cybertech 2025 en Tel Aviv, Amar describió el año anterior como excepcionalmente difícil por el incremento en la actividad maliciosa dirigida contra objetivos israelíes. La colaboración entre Irán y Hezbolá intensificó los intentos de infiltración digital a través de distintos frentes.
Pese a esta escalada, Amar aseguró que ninguno de los ataques logró afectar la infraestructura nacional ni las operaciones militares de las FDI, que continuaron ejecutando sus misiones sin interferencias desde el inicio de la guerra.
El funcionario reveló que el país ha sufrido el mayor número de ataques de phishing registrados en su historia, con un incremento del 300 por ciento. Estas ofensivas buscaron obtener datos sensibles, controlar dispositivos conectados a internet y alterar la vida cotidiana de los ciudadanos.
Entre las amenazas, Amar identificó explotaciones rápidas de fallos recién descubiertos, ataques DDoS de una magnitud inédita e infiltraciones a través de proveedores de servicios gestionados.
Frente a este panorama, el gobierno activó el programa “Cyber Dome” como escudo digital nacional. Amar explicó que se desplegaron tecnologías defensivas avanzadas que resultaron decisivas para contrarrestar las agresiones en el ámbito cibernético.