Investigadores de la Universidad de Tel Aviv encontraron una base de lo que podría convertirse en un tratamiento para la enfermedad neurodegenerativa de Lou Gehrig o también conocida como Esclerosis Lateral Amiotrófica ELA, que causa la atrofia muscular y produce discapacidad permanente en los pacientes.
Actualmente no hay cura para la enfermedad y la esperanza de vida de una persona con ELA promedia de dos a cinco años desde el momento del diagnóstico.
“Si bien no estamos afirmando que hemos encontrado la cura para la ELA, ciertamente hemos avanzado en este campo”, expresó en un comunicado el Dr. Eran Perlson del Departamento de Fisiología y Farmacología de la Facultad de Medicina Sackler de la Universidad de Tel Aviv, quien dirigió el estudio.
“Los hallazgos pueden ser la base de una futura droga”, expresó en una entrevista con Times of Israel, aunque “tomará tiempo”, agregó.
La idea detrás del estudio, explicó Perlson, fue averiguar la causa de la enfermedad y el mecanismo detrás de ella. Por lo tanto, los investigadores se centraron en el área en la que las neuronas motoras interactúan con los músculos, que es la primera en sufrir daños por la ELA. Su estudio reveló que en las personas afectadas por la enfermedad, el músculo secreta factores tóxicos que causan daño. También descubrieron que estos factores tóxicos están ligados a receptores especiales que se encuentran en las neuronas.
En personas con ELA, según Perlson, se encontró que el nivel de toxicidad era más alto, pero también hubo un aumento en la cantidad de receptores.
La lucha contra la ELA tomó gran difusión en 2014, cuando miles de personalidades de todo el mundo se desafiaban con tirarse un balde de agua helada en una campaña que se viralizó en las redes sociales.