Científicos israelíes han desarrollado un nuevo método para obtener corrientes eléctricas directamente de las algas marinas sin causar daños al medio ambiente.
La idea fue concebida por el estudiante de doctorado Yaniv Shlosberg mientras nadaba en el mar Mediterráneo y fue desarrollada por un consorcio de investigadores de tres facultades del Instituto de Tecnología Technion-Israel que son miembros del Gran Programa de Energía del Technion (GTEP), junto con un investigador del Investigación Oceanográfica y Limnológica de Israel (IOLR).
El equipo presentó su método en la revista Biosensors and Bioelectronics.
La idea básica, según el Technion, era utilizar organismos vivos como fuente de corriente eléctrica en las pilas de combustible microbianas (MFC). Ciertas bacterias, según la universidad, tienen la capacidad de transferir electrones a células electroquímicas que luego pueden producir corriente eléctrica.
En la costa mediterránea crecen de forma natural muchas especies de algas, sobre todo la Ulva (también conocida como lechuga de mar), que se cultiva en grandes cantidades en el IOLR con fines de investigación.
Tras desarrollar nuevos métodos para conectar con la Ulva, el equipo fue capaz de crear corrientes 1.000 veces mayores que las de las cianobacterias, no muy lejos del nivel de las obtenidas con células solares estándar.
Según los científicos, esto se debe a la elevada tasa de fotosíntesis de las algas y a la posibilidad de utilizarlas en su agua de mar natural. Además, las algas proporcionan corrientes en la oscuridad, aproximadamente el 50% de las obtenidas en la luz. La fuente de la corriente en la oscuridad procede de la respiración, en la que los azúcares producidos por el proceso fotosintético se utilizan como fuente interna de nutrientes. No se necesitan productos químicos adicionales para obtener la corriente.
“Es una maravilla de dónde vienen las ideas científicas”, dijo Shlosberg. “Creo que nuestra idea puede conducir a una verdadera revolución en la producción de energía limpia”.
Los investigadores del Technion/IOLR construyeron un prototipo de dispositivo que recoge la corriente directamente en la cuba de crecimiento de la Ulva.
“Al presentar nuestro prototipo de dispositivo, demostramos que se pueden recoger corrientes significativas de las algas. Creemos que la tecnología puede mejorarse aún más y conducir a futuras tecnologías de energía verde”, explicó el profesor Noam Adir.