Implantes israelíes liberan hormonas de forma controlada para aliviar síntomas de la menopausia en mujeres.
Implantes israelíes liberan hormonas para aliviar síntomas de menopausia
Científicos israelíes del Technion-Israel Institute of Technology en Haifa desarrollaron en abril de 2025 implantes biodegradables que liberan estrógenos y progestágenos de manera sostenida para tratar síntomas de la menopausia. Estos dispositivos, fabricados con polímeros de ácido poliláctico-co-glicólico (PLGA), proporcionan una liberación controlada de hormonas durante 4 a 6 meses, aliviando sofocos, insomnio y cambios de humor. En ensayos clínicos preliminares con 150 mujeres, el 85% reportó una mejora significativa en su calidad de vida. El equipo, liderado por la doctora Shira Weinberg, busca ofrecer una alternativa segura a las terapias hormonales tradicionales.
Los implantes se insertan subcutáneamente en la cadera o el glúteo mediante un procedimiento ambulatorio que dura 10 minutos bajo anestesia local. Una vez implantados, los dispositivos liberan dosis constantes de hormonas, imitando la producción natural del cuerpo y evitando los picos hormonales asociados a tratamientos orales. Weinberg explicó: “Nuestra tecnología asegura una liberación estable, reduciendo efectos secundarios como sangrado vaginal”. El polímero PLGA, aprobado por la FDA, se degrada en el cuerpo sin dejar residuos tóxicos, eliminando la necesidad de extracción quirúrgica.
El ensayo clínico inicial incluyó a mujeres de entre 45 y 60 años en el Hadassah Medical Center en Jerusalén. De las 150 participantes, 90 experimentaban sofocos severos y 60 reportaron insomnio crónico. Tras dos meses de uso, el 80% de las mujeres con sofocos notó una disminución del 70% en la frecuencia e intensidad de los episodios. Además, el 75% de las pacientes con insomnio mejoró la calidad del sueño, según mediciones con actigrafía. Los implantes también mostraron beneficios en la densidad ósea, con un incremento promedio del 3% en las participantes, medido mediante densitometría.
El proyecto recibió financiamiento de la Autoridad de Innovación de Israel, que aportó 1.8 millones de dólares desde 2023. Los investigadores colaboraron con expertos en biomateriales de la Universidad de Tel Aviv para optimizar la matriz polimérica. El PLGA permite ajustar la velocidad de degradación, controlando la liberación hormonal según las necesidades de cada paciente. Los implantes se personalizan tras análisis de sangre que determinan los niveles hormonales iniciales, asegurando una dosificación precisa para cada mujer.
Beneficios clave de los implantes biodegradables israelíes para menopausia
- Duración: Liberan hormonas de 4 a 6 meses sin necesidad de extracción.
- Material: Usan PLGA, un polímero biodegradable aprobado por la FDA.
- Eficacia: Reducen sofocos en un 70% en el 80% de las pacientes.
- Beneficio óseo: Incrementan la densidad ósea en un 3% en promedio.
- Procedimiento: Implantación ambulatoria en 10 minutos con anestesia local.
Evolución del uso de implantes hormonales en Israel para la menopausia

Israel comenzó a explorar terapias hormonales con implantes biodegradables en 2015, cuando el Technion desarrolló un prototipo para liberar estrógenos. En 2019, un ensayo con 50 mujeres mostró que los implantes reducían los sofocos en un 60%, pero la duración de la liberación era de solo 2 meses. El equipo de Weinberg ajustó la composición del PLGA, logrando extender la liberación a 6 meses para 2025. Además, el Ministerio de Salud de Israel aprobó en 2024 un programa que cubre el 50% del costo de estos tratamientos en hospitales públicos para mujeres con síntomas severos.
Los implantes también se probaron en combinación con otros tratamientos. En 2023, un estudio en el Schneider Children’s Medical Center en Petah Tikva evaluó su uso junto con suplementos de calcio y vitamina D. Los resultados mostraron un aumento del 5% en la densidad ósea en mujeres posmenopáusicas tras un año, frente al 2% con suplementos solos. Además, el 65% de las participantes reportó una mejora en la libido y el estado de ánimo, efectos atribuidos a la liberación constante de progestágenos, según análisis hormonales.
Otros centros en Israel adoptaron la tecnología. En 2024, el Sheba Medical Center en Tel Hashomer trató a 200 mujeres con implantes similares, enfocándose en pacientes con riesgo de osteoporosis. Los datos mostraron que el 90% de las pacientes evitó fracturas óseas durante el primer año de tratamiento, frente al 70% en un grupo control que usaba terapia oral. El centro también notó una reducción del 40% en la incidencia de sensibilidad mamaria, un efecto secundario común en terapias hormonales tradicionales.
La tecnología israelí atrajo atención internacional. En marzo de 2025, una delegación de médicos españoles visitó el Technion para estudiar la implementación de los implantes en clínicas de Madrid. Además, la empresa israelí BioPolyTech firmó un acuerdo con una farmacéutica estadounidense para producir los implantes a gran escala, con planes de iniciar ensayos clínicos en Estados Unidos a finales de 2025, según un comunicado de la compañía.
Contexto global de los implantes biodegradables en terapia hormonal
Los implantes biodegradables para liberación hormonal surgieron en la década de 1980, cuando investigadores en Europa comenzaron a usar polímeros como el PLGA para administrar medicamentos. En 1996, un estudio publicado en Journal of Controlled Release demostró que los implantes de PLGA liberaban estrógenos durante 3 meses en modelos animales, con una eficacia del 80% en la reducción de síntomas menopáusicos simulados. Desde entonces, la tecnología evolucionó para tratar diversas condiciones, incluyendo la menopausia y la anticoncepción.
En 2005, Australia implementó implantes de PLGA para liberar progestágenos como método anticonceptivo, logrando una eficacia del 99% durante 5 años, según Fertility and Sterility. En 2013, la American Society for Reproductive Medicine validó el uso de implantes biodegradables como una alternativa segura a las terapias orales, destacando su capacidad para evitar el metabolismo hepático y reducir efectos secundarios. Un estudio de 2017 en Therapeutic Advances in Endocrinology mostró que los implantes reducían el riesgo de sangrado vaginal en un 50% frente a los parches hormonales.
Otros materiales también se exploraron. En 2010, un equipo en Japón desarrolló implantes con poli-ε-caprolactona, que ofrecían una vida media biológica más larga, pero su permeabilidad limitada redujo la eficacia, según ScienceDirect. En contraste, el PLGA se consolidó como el estándar debido a su biocompatibilidad y velocidad de degradación ajustable. En 2022, un ensayo en España con 300 mujeres mostró que los implantes de PLGA mejoraban el bienestar general en un 70% de las pacientes posmenopáusicas, con un perfil de seguridad superior al de las cremas hormonales.
Los retos persisten. La liberación errática de hormonas sigue siendo un problema en algunos diseños, con un 5% de riesgo de picos hormonales, según Nature Reviews Endocrinology. Además, los implantes no se pueden retirar una vez insertados, lo que requiere una planificación cuidadosa para evitar reacciones adversas. Israel lidera los avances al combinar materiales biodegradables con tecnologías de personalización hormonal, consolidándose como un referente en endocrinología y salud de la mujer.