Científicos israelíes han descubierto un método aparentemente sencillo para engañar a los programas de reconocimiento facial: aplicar maquillaje convencional en zonas específicas de la cara según un patrón determinado por un programa de inteligencia artificial.
El estudio, llevado a cabo en la Universidad Ben-Gurion de Beer Sheba, descubrió que al aplicar el patrón de maquillaje generado por ordenador a los sujetos de prueba, los sistemas eran burlados con un porcentaje de éxito cercano al 100%.
A veinte voluntarios (10 hombres y 10 mujeres) se les aplicó maquillaje en las zonas más identificables de la cara según el mapa de calor generado por el software, o bien se les aplicó maquillaje al azar y, por último, no se les aplicó ningún tipo de maquillaje.
A continuación, los sujetos de prueba se enfrentaron a un entorno real caminando por un pasillo equipado con dos cámaras y diversas condiciones de iluminación.

Con el patrón de maquillaje diseñado por el software, los sujetos fueron identificados correctamente solo el 1,22% de las veces, frente al 33,73% con maquillaje aleatorio y el 47,57% sin ningún tipo de maquillaje aplicado.
“Me sorprendieron los resultados de este estudio”, dijo Nitzan Guetta, autor principal del estudio, al sitio web Motherboard de Vice.
“[La maquilladora] no hizo demasiados trucos, solo vio el maquillaje en la imagen y luego trató de copiarlo en el mundo físico. No es una copia perfecta. Hay diferencias, pero aun así funcionó”, añadió.
El estudio se llevó a cabo utilizando paletas de colores neutros para conseguir un aspecto natural y técnicas de maquillaje convencionales, lo que significa que puede ser replicado técnicamente por cualquiera. Sin embargo, el inconveniente del método es que uno sigue siendo muy reconocible para otros humanos.