Un equipo de científicos de la Universidad de Bar-Ilan ha identificado epítopos inmunodominantes que podrían contribuir al desarrollo de una vacuna peptídica contra el nuevo coronavirus, SARS-CoV-2, que creen que podría detener el próximo brote de COVID-19 y cualquier futura pandemia de coronavirus.
“Nuestro estudio ha identificado un conjunto de potenciales epítopos inmunodominantes del proteoma del SARS-CoV-2, de tal manera que estos epítopos son capaces de generar tanto anticuerpos como respuestas inmunes mediadas por células”, explicó la Dra. Malina Frenkel-Morgenstern, jefa del Laboratorio de Genómica del Cáncer y Bioinformática de Enfermedades Complejas de la Facultad de Medicina de la Universidad Bar-Ilan.
Los epítopos, conocidos también como determinantes antigénicos, son la parte del antígeno que se une a un receptor de antígeno específico en la superficie de una célula B. Son capaces de estimular una respuesta inmunológica.
Las respuestas inmunológicas basadas en epítopos inmunodominantes específicos implican la generación de inmunidad tanto de anticuerpos como de inmunidad celular contra los patógenos que presentan dichos epítopos. Esa inmunidad puede facilitar la eliminación rápida y eficaz del patógeno.
El resultado: Una vacuna pasiva (en contraposición a una activa), capaz de activar respuestas inmunes tanto celulares como humorales en los humanos.
En el pasado, dijo Frenkel-Morgenstern, el equipo realizó un mapa de los epítopos del coronavirus con los epítopos del virus de la gripe disponibles en la Base de Datos de Epítopos Inmunes (IEDB) y descubrió que pocos epítopos del virus de la gripe compartían más del 85% de la identidad de secuencia con el coronavirus relacionado con el síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV) detectado experimentalmente.
“Por lo tanto, buscamos otros virus conocidos que pudieran tener epítopos confirmados experimentalmente”, explicó el investigador. “En la presente investigación, utilizamos un enfoque computacional extensivo basado en la inmunoinformática para extraer el proteoma del SARS-CoV-2 y posteriormente identificar los epítopos inmunodominantes del SARS-CoV-2. La detección de respuestas inmunitarias basadas en epítopos inmunodominantes específicos permite generar inmunidad tanto mediada por anticuerpos como por células contra un determinado patógeno. Esto puede facilitar la eliminación rápida y eficaz del patógeno”.
De los 25 epítopos que se descubrió que eran 100% idénticos al SARS-CoV, siete son candidatos potenciales a la vacuna, y la investigación muestra que estos epítopos podrían cubrir hasta el 87% de la población mundial.
Además, el análisis reveló que los epítopos no son alérgicos ni tóxicos para los seres humanos y tienen un riesgo muy bajo de generar respuestas autoinmunes.
Ahora, dijo que su equipo está buscando socios y compañías para construir los constructos de la vacuna y probarla in-vitro, en modelos animales y luego a través de ensayos clínicos.
Dijo que el proceso tomaría por lo menos los próximos seis meses.
La investigación fue publicada en la revista Vaccines.