Los cosmonautas rusos que van a despegar para la Estación Espacial Internacional informaron el jueves que era demasiado pronto para recibir la vacuna contra el coronavirus que el presidente Vladimir Putin había promocionado.
“Personalmente diría que no me vacunaría porque trato este tema con mucho cuidado”, mencionó Sergei Ryzhikov, el líder de 46 años de la próxima expedición a la ISS en octubre.
Él y otros cosmonautas usaron mascarillas en el centro de entrenamiento de Star City en las afueras de Moscú durante una conferencia de prensa vitual.
Los comentarios del cosmonauta se dieron después de que Putin promocionara la vacuna rusa contra el coronavirus desarrollada en un tiempo récord y denominada “Sputnik V” en honor al satélite de la era soviética que fue lanzado al espacio por primera vez en 1957.
“Tan pronto como la vacuna se pruebe y demuestre su fiabilidad, se tomará la decisión de recomendar a los cosmonautas que se vacunen”, señaló su compañero cosmonauta, Sergei Kud-Sverchkov, de 37 años.
Añadió que la decisión dependía de los médicos a cargo de la atención médica de los cosmonautas, incluyendo la inmunización.
Rusia ha suscitado preocupación entre los científicos occidentales al anunciar que su vacuna ha recibido la aprobación antes de que se hayan completado los ensayos clínicos completos.
Aunque la vacuna mostró resultados prometedores en los primeros ensayos, Rusia aún no ha completado la fase final de las pruebas clínicas, en la que un gran número de personas reciben la vacuna o un placebo.
No obstante, Rusia ya ha vacunado a funcionarios de alto nivel, incluidos el Ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin. Putin ha manifestado que una de sus hijas fue vacunada, sufriendo solo una leve reacción.
Los astronautas se someten rutinariamente a un período de cuarentena antes de despegar al espacio.
“La Estación Espacial Internacional es el lugar más seguro ahora”, añadió Ryzhikov. “No tenemos que ser vacunados porque seguimos estrictamente todas las reglas sanitarias”.
Después de que Putin anunciara la vacuna el mes pasado, el Ministro de Salud de Israel, Yuli Edelstein, expresó que el país estaba interesado en mantener conversaciones con Rusia sobre el tratamiento.
Edelstein declaró a los periodistas mientras recorría una fábrica de mascarillas: “Ya hemos organizado discusiones sobre el centro de investigación en Rusia y el desarrollo de una vacuna. Si estamos convencidos de que es un producto genuino, entonces trataremos de entrar en negociaciones”.