La vacuna oral israelí se dirige al sudeste asiático, según anunció el miércoles Oramed Pharmaceutical.
La filial de la empresa, Oravax Medical, firmó un acuerdo de cooperación y compra con la empresa vietnamita Tan Thanh Holdings Investment Joint Stock Company para precomprar 10 millones de dosis de la vacuna oral COVID-19 de Oravax, actualmente en desarrollo.
El acuerdo otorga a Tan Thanh Holdings el derecho a vender la vacuna oral de Oravax en desarrollo en toda la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que incluye Vietnam, Brunei, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Filipinas, Singapur y Tailandia.
“Esta precompra de nuestra vacuna oral contra el COVID-19 en desarrollo representa un hito importante para Oravax Medical y un paso más en la aplicación de nuestra estrategia a largo plazo”, ha declarado Nadav Kidron, director general de Oramed y presidente de Oravax.
Además, Tan Thanh Holdings ha recibido la aprobación del Ministerio de Sanidad vietnamita para llevar a cabo ensayos clínicos en fase avanzada de la vacuna que ayuden a avanzar hacia su aprobación reglamentaria.
“Con el dramático aumento de los casos positivos de la variante Ómicron, la necesidad mundial de una vacuna oral que proteja contra las variantes actuales y futuras es crucial”, añadió Kidron. “Una vacuna oral contra la COVID-19 mejoraría significativamente la logística de la vacunación y reduciría los costes”.
“Vemos a Tan Thanh Holdings como un socio ideal para llevar nuestra vacuna a Vietnam y a la región de la ASEAN”.
Oravax ha desarrollado una novedosa vacuna oral de partículas similares al virus COVID-19 basada en la tecnología de administración oral “POD” de Oramed, que puede utilizarse para administrar por vía oral una serie de terapias basadas en proteínas, que de otro modo se administrarían por inyección. La vacuna se desarrolló en colaboración con una empresa india, Premas.
La vacuna candidata de Oravax se dirige a tres proteínas estructurales del nuevo coronavirus, a diferencia de la única proteína de espiga a la que se dirigen las actuales vacunas de Moderna y Pfizer, dijo Kidron.
Por ello, “esta vacuna debería ser mucho más resistente a las variantes de COVID-19”, dijo. “Incluso si el virus atraviesa una línea, hay una segunda línea, y si atraviesa la segunda línea, hay una tercera”.
La empresa puso en marcha un ensayo clínico de fase I en Sudáfrica a principios de este mes.