El sistema Cúpula de Hierro, desarrollado por Rafael, protege ciudades israelíes interceptando cohetes de corto alcance con radar y misiles Tamir, logrando 90% de éxito.
Sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro de Israel
El sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro, operativo desde 2011, protege a Israel contra cohetes de corto alcance y proyectiles de artillería disparados desde distancias de 4 a 70 kilómetros. Desarrollado por Rafael Advanced Defense Systems e Israel Aerospace Industries, con apoyo financiero de Estados Unidos, este sistema intercepta amenazas en tiempo real, garantizando la seguridad de áreas urbanas y estratégicas. El 7 de abril de 2011, cerca de Beersheba, interceptó su primer cohete Grad lanzado desde la Franja de Gaza, marcando un hito en la defensa aérea israelí. Desde entonces, ha neutralizado miles de proyectiles, con una tasa de éxito reportada del 90% por Rafael.
El sistema utiliza un radar multimisión EL/M-2084, fabricado por IAI, que detecta el lanzamiento de cohetes, rastrea su trayectoria y calcula el punto de impacto. Este radar distingue entre proyectiles que amenazan áreas pobladas y aquellos que caerán en zonas deshabitadas, optimizando el uso de recursos. Cuando se identifica una amenaza, el centro de control y gestión de batalla (BMC), desarrollado por mPrest Systems, ordena el lanzamiento de un misil interceptor Tamir. Este misil, equipado con sensores electroópticos y aletas de maniobra, destruye el proyectil enemigo en el aire mediante una explosión controlada cerca del objetivo, minimizando daños colaterales.
La Cúpula de Hierro opera con baterías móviles, cada una con tres o cuatro lanzadores que contienen hasta 20 misiles Tamir. Cada batería protege un área de hasta 150 kilómetros cuadrados, lo que permite cubrir ciudades como Tel Aviv, Jerusalén y Ashkelon. El sistema es adaptable a condiciones climáticas adversas y puede desplegarse rápidamente en zonas de conflicto. Su diseño prioriza la eficiencia, ya que solo dispara contra proyectiles que representen un peligro directo, reduciendo costos operativos. Cada misil Tamir tiene un costo estimado de entre 40.000 y 50.000 dólares, según el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Tel Aviv.
Durante la guerra de mayo de 2021, la Cúpula de Hierro interceptó aproximadamente el 90% de los 1.600 cohetes disparados desde Gaza, según el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Jonathan Conricus. En octubre de 2023, el sistema enfrentó una prueba significativa cuando Hamás lanzó más de 2.000 cohetes en un solo día, demostrando su capacidad para manejar salvas masivas. Sin embargo, las FDI reconocen que el sistema puede saturarse ante ataques coordinados de gran escala, como los potenciales de Hezbolá, que posee un arsenal estimado de 150.000 cohetes y misiles.

Claves técnicas de la Cúpula de Hierro para la defensa de Israel
- Alcance de interceptación: Neutraliza cohetes y proyectiles a 4-70 km de distancia.
- Radar EL/M-2084: Detecta y rastrea trayectorias con precisión milimétrica.
- Misil Tamir: Equipado con sensores electroópticos, cuesta entre 40.000 y 50.000 dólares.
- Tasa de éxito: 90% de efectividad en interceptaciones, según Rafael.
- Baterías móviles: 10 baterías activas, cada una con 3-4 lanzadores y 20 misiles.
- Apoyo financiero: Estados Unidos aportó 1.600 millones de dólares entre 2011 y 2021.
Integración con otros sistemas de defensa aérea de Israel
La Cúpula de Hierro forma parte de un sistema de defensa aérea multicapa de Israel. Complementa a la Honda de David, diseñada para interceptar misiles de mediano alcance (40-300 km), y al sistema Arrow, que neutraliza misiles balísticos de largo alcance, como los lanzados por Irán en abril y octubre de 2024. En abril de 2024, el sistema multicapa, incluyendo la Cúpula de Hierro, interceptó el 99% de los 300 drones y misiles balísticos y de crucero lanzados por Irán, según el portavoz militar Daniel Hagari. La Honda de David, codesarrollada por Rafael y Raytheon, utiliza misiles Stunner que neutralizan objetivos mediante impacto directo, sin ojiva explosiva.
El sistema Arrow, en sus versiones Arrow 2 y Arrow 3, opera fuera de la atmósfera para interceptar misiles balísticos con ojivas convencionales o no convencionales. En noviembre de 2023, el Arrow 3, desarrollado por Israel Aerospace Industries y Boeing, derribó un misil lanzado por los Hutíes desde Yemen sobre el mar Rojo, marcando la primera interceptación en el espacio. Este sistema, financiado en parte por Estados Unidos, ha sido adquirido por Alemania en un acuerdo de 3.500 millones de dólares para contrarrestar amenazas rusas. La interoperabilidad con sistemas de la OTAN y el enlace Link 16 fortalece su integración en operaciones conjuntas.
La Cúpula de Hierro también incluye una versión marítima, conocida como C-Dome, operativa desde abril de 2024. Este sistema protege plataformas de gas en alta mar y buques israelíes, enfrentando amenazas desde Hezbolá o los Hutíes. Desplegado en corbetas de la Armada Israelí, el C-Dome utiliza los mismos misiles Tamir y un radar adaptado para entornos marítimos. Esta capacidad amplía la defensa de activos estratégicos en el Mediterráneo y el mar Rojo, reforzando la seguridad nacional.
Estados Unidos ha desempeñado un papel clave en el financiamiento de la Cúpula de Hierro, aportando 1.600 millones de dólares entre 2011 y 2021, y 1.000 millones adicionales aprobados en 2022 por el Congreso. En octubre de 2023, tras el ataque de Hamás, el presidente Joe Biden solicitó 14.300 millones de dólares en ayuda militar para Israel, destinada principalmente a reabastecer sistemas de defensa aérea, incluyendo interceptores Tamir. Esta inversión refleja la importancia estratégica del sistema para ambos países, con Estados Unidos adquiriendo dos baterías para proteger sus bases militares en el extranjero.
Innovaciones y desafíos de la Cúpula de Hierro
Desde su despliegue, la Cúpula de Hierro ha evolucionado mediante actualizaciones de software que mejoran su capacidad para contrarrestar amenazas emergentes, como misiles de crucero y drones. En 2021, Rafael implementó mejoras no especificadas que optimizaron el rendimiento del sistema, según fuentes militares israelíes. Moshe Patel, director de la Organización de Defensa de Misiles de Israel, afirmó que el sistema puede enfrentar “amenazas que ni siquiera existen aún en el campo, pero que probablemente surjan en los próximos meses”. Estas actualizaciones son cruciales ante la creciente sofisticación de los arsenales de Hamás y Hezbolá.
Un desafío significativo es el alto costo operativo de la Cúpula de Hierro. Cada interceptor Tamir contrasta con el bajo costo de los cohetes Qassam, producidos localmente por Hamás por unos 800 dólares. Esta disparidad económica ha llevado a Israel a desarrollar el sistema Iron Beam, basado en láser de alta energía, que promete reducir los costos de interceptación a 3,5 dólares por disparo. Desarrollado por Rafael, el Iron Beam se encuentra en fase de pruebas y podría complementar la Cúpula de Hierro en los próximos años, enfrentando drones y cohetes con mayor eficiencia.
La Cúpula de Hierro no es infalible. En distancias menores a 5 kilómetros, su efectividad disminuye, según el general retirado Michael Herzog del Washington Institute. Además, ataques masivos coordinados podrían saturar el sistema, como se teme en un conflicto a gran escala con Hezbolá, capaz de disparar hasta 3.000 proyectiles diarios. A pesar de estas limitaciones, el sistema ha permitido a Israel mantener la normalidad en regiones bajo amenaza, reduciendo la necesidad de operaciones terrestres en Gaza, como las de 2008 y 2009.
La exportación de la Cúpula de Hierro a países como Estados Unidos, Rumanía, India y Azerbaiyán subraya su relevancia global. Su capacidad para proteger infraestructuras críticas y poblaciones civiles lo convierte en un modelo para sistemas de defensa aérea modernos. En Israel, el sistema ha transformado la seguridad nacional, permitiendo a los ciudadanos enfrentar amenazas con mayor confianza, aunque algunos, como Guy Mann, residente de Ashkelon, señalan la necesidad de más refugios antiaéreos para complementar la defensa activa.