Unas 16 horas después de despegar hacia el espacio en el primer vuelo chárter privado de la historia a la Estación Espacial Internacional, Eytan Stibbe y sus tres compañeros a bordo de la cápsula SpaceX Dragon, se comunicaron con la sala de control por primera vez, con el empresario israelí hablando en hebreo.
“Hola a todos”, dijo Stibbe en hebreo. “Ya nos hemos acostumbrado a la falta de gravedad y hemos empezado a sentirnos más cómodos”.
“Tengo otro indicador de la falta de gravedad”, dijo, mientras soltaba un juguete con forma de pulpo que le regaló su nieta antes de su partida.
“El lanzamiento ha sido increíble”, dijo. “En estos momentos estamos sobre África y en unos 15 minutos sobrevolaremos las costas de Israel”.
“Nos uniremos a la Estación Espacial [Internacional] en unas dos horas. En una hora nos equiparemos con nuestros trajes y empezaremos a prepararnos para la conexión. Por ahora, adiós”, dijo.
A continuación, Stibbe pasó el dispositivo de comunicación al astronauta hispano-americano Michael López-Alegría.
“Nuestro destino es la Estación Espacial Internacional… Mis compañeros de tripulación y yo tenemos un programa de ocho días muy repleto de actividades científicas y de divulgación y tenemos muchas ganas de llegar allí”, dijo López-Alegría. “Anoche pudimos dormir bastante bien después del lanzamiento de ayer, que fue muy emocionante. Evidentemente, qué viaje. Creo que esta mañana todavía hay sonrisas en la tripulación”.
El vuelo, la primera misión espacial totalmente privada, está operado por la empresa estadounidense Axiom Space y comandado por López-Alegria, que ejerce de vicepresidente de la compañía.
Los empresarios Stibbe, el estadounidense Larry Connor, de Ohio, y el canadiense Mark Pathy han pagado 55 millones de dólares cada uno por el viaje en cohete.
Los billetes de los visitantes incluyen el acceso a toda la estación espacial, excepto a la parte rusa: necesitarán el permiso de los tres cosmonautas a bordo. Tres estadounidenses y un alemán también viven allí arriba.
Stibbe, antiguo piloto de caza y segundo israelí en ir al espacio, lleva al laboratorio orbital unos 35 experimentos para empresas e instituciones de investigación en la misión Rakia, financiada con fondos privados.
Antes de entrar en la cápsula SpaceX Dragon, su entusiasmo era evidente: hizo un pequeño baile al llegar al cohete en el Centro Espacial Kennedy de Florida.
“Formar parte de esta tripulación única es para mí la prueba de que no hay ningún sueño inalcanzable”, dijo Stibbe antes de despegar.
El primer astronauta israelí de la historia, Ilan Ramon, murió en 2003 cuando el transbordador espacial Columbia se desintegró al entrar en la atmósfera, matando a los siete miembros de la tripulación a bordo. Los miembros de la familia de Ramon estaban presentes cuando se anunció por primera vez el vuelo de Stibbe en 2020, y también estuvieron presentes en el despegue del viernes en Orlando.
Stibbe tiene previsto rendir homenaje a Ramón durante la misión. Lleva consigo páginas supervivientes del diario espacial de Ramón, así como recuerdos de sus hijos.
Está previsto que la tripulación llegue a la Estación Espacial Internacional a las 14:30 horas (hora estándar de Israel, GMT +3).
Aunque ciudadanos privados ya han visitado la Estación Espacial Internacional, Ax-1 es el primer lanzamiento con una tripulación privada que vuela a la estación, con las instalaciones de lanzamiento alquiladas por la NASA.
Pero, a diferencia de los recientes y llamativos vuelos suborbitales de Blue Origin y Virgin Galactic, Axiom afirma que su misión no debería considerarse turismo debido a sus objetivos científicos.
La tripulación de Axiom vivirá y trabajará junto a la tripulación habitual de la estación: actualmente tres estadounidenses y un alemán en el lado estadounidense, y tres rusos en el lado ruso.