Una empresa israelí está desarrollando un test de aliento para el coronavirus que da resultados en 30 segundos, facturándola como una herramienta de “primera línea” que puede ayudar a restablecer una sensación de normalidad durante la pandemia.
NanoScent, la empresa que fabrica los kits de prueba, anunció que un extenso ensayo en Israel para la presencia de virus vivos entregó resultados con una precisión del 85%, y el producto podría recibir la aprobación regulatoria en meses.
El director ejecutivo Oren Gavriely mencionó a AFP que el alcoholímetro no reemplazaría las pruebas de laboratorio, sino que era una herramienta de detección masiva que podría ayudar a la gente a ganar “la confianza para volver a actuar con normalidad”.
NanoScent ha estado funcionando durante varios años, especializándose en la tecnología de reconocimiento rápido, incluso con fines médicos.
Gavriely manifestó que, durante su visita a los Estados Unidos en enero, intuyó que la experiencia de su empresa podría ser necesaria para ayudar a hacer frente al nuevo virus que circulaba en Asia y que parecía estar propagándose a Occidente.
“Mencionamos que invertiríamos una semana en ello y veríamos lo que está sucediendo, y esta semana nunca se detuvo”, añadió.
La prueba comienza con unas breves preguntas sobre la exposición a la COVID-19 y los síntomas, que se muestran en el teléfono de la persona que administra el procedimiento.
Los sujetos de la prueba luego inhalan por la nariz, aguantan la respiración, cierran una fosa nasal y exhalan por la otra, empujando la respiración a través de un tubo de mano dentro de una pequeña bolsa llamada “Trampa de Aire”.
El tubo se conecta al “Lector de Aroma”, un pequeño dispositivo rectangular que gira suavemente mientras succiona el aire de la bolsa.
En pocos segundos los resultados, “COVID-19 negativo” durante la visita de AFP, aparecen en el teléfono.
Barato y rápido
Los investigadores de la sede de NanoScent, en el norte de Israel, están perfeccionando la tecnología de reconocimiento de virus, que se basa en “los olores y el patrón de los olores”, indicó Gavriely.
Tras analizar el aliento de unos mil pacientes israelíes con coronavirus, la empresa pudo identificar los olores detectables asociados al virus, añadió el director general.
“Detectamos un patrón, lo registramos y luego podemos detectar si alguien tiene, o se sospecha que tiene COVID-19”.
La tecnología de NanoScent se veía “muy prometedora”, afirmó Nadav Davidovitch, director de la escuela de salud pública de la Universidad Ben Gurion en Beer Sheba.
Las pruebas masivas son cruciales durante una pandemia, señaló a AFP, añadiendo que la prueba de NanoScent podría ser una herramienta útil, siempre que obtenga la aprobación de las autoridades reguladoras.
Mientras el alcoholímetro de NanoScent no sea utilizado por algunos como sustituto de las pruebas de laboratorio controladas por el estado, “estoy a favor”, reafirmó.
Gavriely explicó a la AFP que esperaba que la prueba se usara en entradas de conciertos y hospitales, o en la industria de la aviación, señalando que ya se estaba usando en un importante escenario deportivo europeo, en un piloto comercial.
Si el resultado del alcoholímetro es positivo, la gente debería ser enviada automáticamente a un laboratorio, manifestó.
Es probable que el dispositivo cueste menos de $10 por prueba, “una fracción del costo de la prueba de laboratorio”, informó Gavriely.
La dirección de investigación y desarrollo del ministerio de defensa israelí trabajó para ayudar a NanoScent a desarrollar su sistema de pruebas, y el jefe del departamento Daniel Gold declaró recientemente a la AFP que las pruebas rápidas serían un “cambio de juego” contra la pandemia.
Israel actuó tempranamente contra el virus en marzo y logró reducir la transmisión a un goteo a principios de mayo, pero a medida que la economía se ha reabierto los casos han aumentado dramáticamente.
El país de nueve millones de habitantes ha venido registrando más de mil nuevos casos diarios en las últimas semanas, lo que ha obligado a imponer nuevas restricciones y ha provocado la ira pública por la reapertura supuestamente mal gestionada.
Gavriely expresó la esperanza de que la detección rápida y masiva pudiera ayudar a Israel a lograr un equilibrio entre las restricciones esenciales y la vida normal.
Las plataformas de reconocimiento de olores son “una forma rápida de examinar a las masas y saber quiénes son sospechosos y quiénes no, para que podamos volver a tener confianza”, finalizó.