Seambiotic produce aditivos alimentarios con algas, usando efluentes de plantas energéticas, ricos en omega-3 y antioxidantes.
Cultivo de algas de Seambiotic para aditivos alimentarios
La empresa israelí Seambiotic cultiva algas marinas en estanques alimentados por efluentes de plantas energéticas, utilizando dióxido de carbono y luz solar para producir aditivos alimentarios ricos en omega-3 y antioxidantes. En 2011, Seambiotic lanzó su primera granja comercial de algas en China, asociada con Yantai Hairong Electricity Technology y Penglai Weiyuan Science & Trading, en una planta de 500 megavatios operada por China Guodian Corporation. Este proyecto genera nutracéuticos populares en Asia, especialmente en China, que mejoran la calidad nutricional de alimentos y contribuyen a la salud cardiovascular. Además, el proceso captura carbono, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero en un 1 % por cada estanque de 25 acres.
Seambiotic, fundada en 2003 y con sede en Tel Aviv, desarrolló su tecnología en un proyecto piloto en la planta de energía de Israel Electric Corporation en Ashkelon. Allí, instaló estanques de 1,000 metros cuadrados a 150 metros de las chimeneas, utilizando el dióxido de carbono emitido directamente. El sistema emplea tuberías de polietileno de 200 metros y difusores de gas para distribuir el CO2 en los estanques, donde las algas lo absorben mediante fotosíntesis. Este método no requiere agua dulce, ya que utiliza agua de mar, y las algas se cosechan mediante centrifugación tras ciclos de crecimiento de 3 a 7 días, dependiendo de la temporada.
Los productos de Seambiotic incluyen ácidos grasos omega-3 como EPA (eicosapentaenoico) y DHA (docosahexaenoico), extraídos de microalgas marinas. Estos nutracéuticos se destinan al sector de aditivos alimentarios, ofreciendo una alternativa sostenible al aceite de pescado, que depende de la pesca intensiva. Las microalgas cultivadas también contienen antioxidantes que apoyan la salud cardiovascular, reduciendo el colesterol y la presión arterial. Además, Seambiotic ha trabajado con NASA Glenn Research Center desde 2009 en un programa de investigación para optimizar procesos de cultivo en estanques abiertos y explorar el uso de algas como materia prima para biocombustibles.
El enfoque dual de Seambiotic combina la producción de nutracéuticos con la captura de carbono. Cada estanque de algas puede absorber hasta el 10 % del dióxido de carbono emitido por una planta energética si se instalan múltiples estanques. En 2011, la empresa firmó cinco acuerdos comerciales en Estados Unidos, Italia y China para expandir su tecnología. Sin embargo, enfrentó obstáculos en Israel debido a regulaciones burocráticas que limitaron su expansión comercial local, lo que llevó a priorizar mercados internacionales como China, donde la demanda de nutracéuticos es alta.
Ventajas nutricionales y ambientales de las algas de Seambiotic
- Omega-3: Contiene EPA y DHA, con beneficios cardiovasculares comprobados.
- Antioxidantes: Mejoran la calidad de alimentos y reducen el estrés oxidativo.
- Emisiones: Reduce un 1 % de CO2 por estanque de 25 acres en plantas energéticas.
- Agua: No requiere agua dulce, solo agua de mar para el cultivo.
- Ciclo: Cosecha en 3-7 días, con alta eficiencia en temporada alta.
Tecnología y procesos de cultivo de Seambiotic
El sistema de cultivo de Seambiotic utiliza estanques abiertos poco profundos, diseñados para maximizar la penetración de la luz solar, esencial para la fotosíntesis de las algas. Los estanques se mezclan con ruedas de paletas de acero inoxidable y fibra de vidrio, accionadas por motores eléctricos, que generan un flujo de agua a 20 cm por segundo. Este movimiento asegura que las algas reciban luz uniforme y evita la sedimentación. La empresa ha investigado métodos alternativos a las ruedas de paletas para aumentar la productividad y reducir el consumo energético, optimizando la velocidad vertical del agua según la especie de alga cultivada.
Además del dióxido de carbono, Seambiotic agrega nitratos y fosfatos al medio de cultivo en concentraciones de 3 mM y 0.5 mM, respectivamente, para acelerar el crecimiento de las algas. El sistema de distribución de gas incluye una tubería principal de 160 mm que conecta los estanques mediante mangueras de 63 mm y difusores sumergidos a 20 cm de profundidad. El gas emitido por las plantas tiene un contenido de CO2 del 12 % y niveles de SO2 inferiores a 120 ppm, lo que garantiza un ambiente seguro para las microalgas. El proceso elimina metales pesados del efluente antes de alimentar los estanques.
La colaboración con NASA ha permitido a Seambiotic explorar aplicaciones adicionales de las algas, como la producción de biocombustibles. En Ohio, el equipo conjunto estudia especies de algas con mayor contenido de lípidos, que podrían servir como materia prima para combustibles de aviación con puntos de congelación más altos que los biocombustibles tradicionales derivados de maíz o caña de azúcar. Este trabajo posiciona a Seambiotic como un actor clave en el desarrollo de soluciones sostenibles, tanto en el sector alimentario como en el energético.
En 2008, Seambiotic se asoció con Inventure para construir una planta de biocombustibles a base de algas en Israel. El proyecto combinó la tecnología de cultivo de algas de Seambiotic con los procesos de conversión de Inventure, utilizando cepas de alto rendimiento ricas en lípidos. Aunque la empresa ha priorizado los nutracéuticos, su visión a largo plazo incluye la producción masiva de biocombustibles, aprovechando las algas que contienen hasta un 30 % de lípidos por peso seco, ideales para este propósito.
Contexto global de las microalgas en la industria alimentaria

Las microalgas han ganado relevancia en la industria alimentaria debido a su capacidad para producir compuestos bioactivos como omega-3, antioxidantes y proteínas. Según datos de la industria, el mercado global de nutracéuticos derivados de algas alcanzó un valor de 2,500 millones de dólares en 2020, impulsado por la creciente demanda de productos veganos y sostenibles. En Asia, especialmente en China, los suplementos de omega-3 son populares por sus beneficios para la salud cerebral y cardiovascular, lo que ha favorecido la expansión de empresas como Seambiotic.
La producción de omega-3 a partir de microalgas ofrece una alternativa al aceite de pescado, cuya extracción ejerce presión sobre las poblaciones de peces. La FAO estima que las reservas mundiales de pescado han disminuido un 30 % en las últimas décadas debido a la sobrepesca. Las microalgas, como las cultivadas por Seambiotic, contienen EPA y DHA de origen natural, que los peces obtienen al consumirlas en su hábitat. Este enfoque reduce la dependencia de la pesca y minimiza el impacto ambiental, ya que el cultivo de algas no genera deforestación ni emisiones significativas.
Otros países han adoptado tecnologías similares para producir microalgas. En Estados Unidos, empresas como Qualitas Health, con raíces israelíes, cultivan algas fotosintéticas ricas en EPA en Texas, utilizando agua salobre no apta para otros usos. En Europa, el mercado de nutracéuticos de algas crece debido a regulaciones estrictas sobre sostenibilidad. Sin embargo, Israel se posiciona como líder en este sector gracias a su experiencia en tecnologías agrícolas innovadoras, como el riego por goteo y el uso eficiente de recursos escasos.
La captura de carbono mediante algas también ha ganado atención global. Un informe de 2017 del Global Organization of EPA and DHA Omega-3s señala que el cultivo de algas puede ser escalable sin los límites de recursos que enfrentan las pesquerías tradicionales. Aunque Seambiotic no opera a escala comercial masiva en 2023, según su sitio web, su modelo ha inspirado proyectos similares en regiones con alta contaminación industrial, donde las algas no solo producen nutracéuticos, sino que también mitigan el impacto ambiental de las plantas energéticas.