Científicos de Tel Aviv desarrollan fármacos que bloquean vías de señalización en tumores neuroendocrinos, reduciendo secreción hormonal en fase preclínica.
Avances israelíes en inhibidores para tumores neuroendocrinos
Un equipo de la Universidad de Tel Aviv ha desarrollado inhibidores moleculares que bloquean vías de señalización en tumores neuroendocrinos gastrointestinales. Estos compuestos, en fase preclínica, reducen la secreción de serotonina y otros péptidos bioactivos, según un estudio publicado en Journal of Clinical Oncology en 2024. Los tumores neuroendocrinos, que representan el 2% de las neoplasias malignas, a menudo secretan hormonas que causan síntomas debilitantes como diarrea y flushing. Los nuevos inhibidores actúan sobre la vía PI3K/AKT/mTOR, mostrando una reducción del 40% en la proliferación tumoral en modelos animales.
El proyecto, liderado por el Dr. Eyal Gottlieb, se centra en tumores con alta expresión de receptores de somatostatina. Los compuestos inhiben específicamente la fosforilación de AKT, una proteína clave en el crecimiento tumoral. En ensayos preclínicos, los fármacos lograron una disminución del 30% en los niveles de serotonina sérica en ratones con xenoinjertos de tumores pancreáticos. La investigación, financiada por el Israel Science Foundation, busca avanzar a ensayos clínicos en 2026. Este desarrollo se suma a los esfuerzos globales por mejorar las terapias dirigidas para estas enfermedades raras.
Los tumores neuroendocrinos, originados en células que liberan hormonas, afectan principalmente el tracto gastrointestinal y el páncreas. La incidencia global ha aumentado un 600% en las últimas tres décadas, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Las terapias actuales, como los análogos de somatostatina y everolimus, controlan síntomas, pero la resistencia a estos tratamientos es común. Los inhibidores israelíes ofrecen una alternativa al atacar directamente las vías de señalización hiperactivas, lo que podría prolongar la supervivencia libre de progresión.
En paralelo, el Centro Médico Hadassah en Jerusalén ha iniciado estudios complementarios para combinar estos inhibidores con terapia de radionúclidos de receptores peptídicos (PRRT). Los primeros resultados muestran una sinergia que potencia la muerte celular tumoral en un 25% adicional en cultivos celulares. Este enfoque combinado podría ampliar las opciones para pacientes con enfermedad metastásica, que actualmente enfrentan un pronóstico de 5 años en el 50% de los casos.
Datos clave sobre inhibidores para tumores neuroendocrinos
- Eficacia preclínica: Reducción del 40% en proliferación tumoral en modelos animales.
- Mecanismo: Bloqueo de la vía PI3K/AKT/mTOR, clave en el crecimiento de tumores neuroendocrinos.
- Impacto hormonal: Disminución del 30% en serotonina sérica en ensayos con ratones.
- Próximos pasos: Ensayos clínicos fase I programados para 2026 en Israel.
- Incidencia global: Aumento del 600% en casos de tumores neuroendocrinos en 30 años.

Innovaciones en terapias dirigidas para tumores secretores
La investigación israelí se basa en avances previos en terapias dirigidas. En 2011, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó sunitinib para tumores neuroendocrinos pancreáticos, tras demostrar un aumento de 11.4 meses en la supervivencia libre de progresión. Sin embargo, los inhibidores de la Universidad de Tel Aviv apuntan a una mayor especificidad, minimizando efectos secundarios como hipertensión, comunes en sunitinib. Los nuevos compuestos también superan limitaciones de everolimus, cuya eficacia se reduce en tumores con mutaciones en PTEN.
El equipo de Gottlieb colabora con el Technion-Israel Institute of Technology para optimizar la entrega de estos inhibidores mediante nanopartículas. Este método mejora la biodisponibilidad en un 20%, según pruebas in vitro. La nanotecnología podría permitir dosis más bajas, reduciendo toxicidad en órganos sanos. Además, los investigadores han identificado biomarcadores, como la sobreexpresión de SSTR2, que predicen la respuesta al tratamiento, facilitando una medicina personalizada.
El desarrollo de estos inhibidores se alinea con esfuerzos internacionales. En 2025, la FDA aprobó cabozantinib para tumores neuroendocrinos avanzados, tras el ensayo CABINET liderado por Jennifer Chan en el Dana-Farber Cancer Institute. Este fármaco, un inhibidor de tirosina quinasa, mostró un aumento de 9 meses en la supervivencia libre de progresión. Sin embargo, los compuestos israelíes se distinguen por su enfoque en la secreción hormonal, un aspecto crítico para pacientes con síndrome carcinoide.
Otros centros, como el MD Anderson Cancer Center, exploran combinaciones de inhibidores de mTOR con inmunoterapia. Aunque los ensayos con checkpoint inhibitors han mostrado respuestas limitadas en tumores neuroendocrinos bien diferenciados, los nuevos inhibidores israelíes podrían sinergizar con estas terapias al alterar el microambiente tumoral, según un estudio de 2023 en Endocrine-Related Cancer.
Contexto global de tumores neuroendocrinos y tratamientos
Los tumores neuroendocrinos son heterogéneos, con comportamientos que varían desde indolentes hasta agresivos. La NETTER-2, un ensayo de fase III publicado en 2024, demostró que 177Lu-dotatate es eficaz como terapia de primera línea en tumores gastroenteropancreáticos con índice Ki-67 de 10-55%. Este tratamiento radiactivo, aprobado en Europa desde 2017, mejora la supervivencia libre de progresión en 22 meses. Los inhibidores israelíes podrían complementar estas terapias al abordar tumores resistentes a PRRT.
En Israel, el Sheba Medical Center ha tratado a más de 500 pacientes con PRRT desde 2018, reportando tasas de control de enfermedad del 80%. Los nuevos inhibidores podrían integrarse en protocolos existentes, especialmente para pacientes con progresión tras lutetium-177. Además, la investigación en Tel Aviv explora antagonistas de receptores de somatostatina, que en modelos preclínicos causan mayor daño al ADN tumoral que los análogos tradicionales.
La comunidad científica global reconoce la necesidad de terapias combinadas. En 2023, un ensayo en PMC evaluó la combinación de everolimus con 177Lu-dotatate, reportando una tasa de respuesta objetiva del 9%. Aunque los resultados fueron modestos, destacaron la importancia de atacar múltiples vías. Los inhibidores de Tel Aviv podrían superar estas limitaciones al enfocarse en la señalización hormonal, un aspecto poco abordado por terapias actuales.
El panorama de los tumores neuroendocrinos sigue evolucionando. La Organización Europea de Tumores Neuroendocrinos (ENETS) reportó en 2024 que el 70% de los pacientes con enfermedad metastásica requieren terapias sistémicas. Los avances israelíes, con su enfoque en inhibidores específicos, representan un paso hacia tratamientos más efectivos y personalizados para esta población.