El científico estadounidense Anthony Fauci afirmó el martes que, aunque se tardará semanas en juzgar la gravedad de la nueva variante del COVID-19, Ómicron, los primeros indicios sugieren que no es peor que las cepas anteriores, y que posiblemente sea más leve.
En declaraciones a la AFP, el principal asesor médico del Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, desglosó lo que se sabe y lo que no se sabe sobre Ómicron en tres áreas principales: transmisibilidad, grado de evasión de la inmunidad de infecciones y vacunas anteriores, y gravedad de la enfermedad.
La nueva variante es “claramente muy transmisible”, muy probablemente más que la Delta, la actual cepa dominante en el mundo, dijo Fauci.
Los datos epidemiológicos acumulados en todo el mundo también indican que las reinfecciones son mayores con Ómicron, dijo.
Fauci, director durante mucho tiempo del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, dijo que los experimentos de laboratorio que prueban la potencia de los anticuerpos de las vacunas actuales contra Ómicron deberían llegar en los “próximos días o una semana”.
En cuanto a la gravedad, “es casi seguro que no es más grave que el Delta”, dijo Fauci.
“Hay algunos indicios de que incluso podría ser menos grave, porque cuando se observan algunas de las cohortes que se están siguiendo en Sudáfrica, la relación entre el número de infecciones y el número de hospitalizaciones parece ser menor que con Delta”.
Pero añadió que era importante no sobreinterpretar estos datos porque las poblaciones a las que se hacía seguimiento eran jóvenes y tenían menos probabilidades de ser hospitalizadas.
“Creo que eso va a llevar otro par de semanas al menos en Sudáfrica”, donde la variante se notificó por primera vez en noviembre, dijo. “A medida que se produzcan más infecciones en el resto del mundo, podría llevar más tiempo ver cuál es el nivel de gravedad”.
Fauci dijo que un virus más transmisible que no cause una enfermedad más grave y no provoque una oleada de hospitalizaciones y muertes era el “mejor escenario”.
“El peor de los casos es que no sólo sea altamente transmisible, sino que además cause una enfermedad grave y entonces se produzca otra oleada de infecciones que no necesariamente se vean atenuadas por la vacuna o por las infecciones anteriores de la gente”, añadió.
“No creo que se produzca ese peor escenario, pero nunca se sabe”.