Investigadores de la Universidad Ben-Gurion del Néguev (BGU) han desarrollado un medio para crear espermatozoides en un laboratorio, lo que supone un posible avance en los campos de la fertilidad y la ciencia reproductiva.
La investigación de la BGU, publicada en la revista Biofabrication, ha permitido a los investigadores desarrollar un procedimiento para cultivar células testiculares en un entorno que se asemeja mucho al natural.
La Universidad Ben-Gurion del Néguev, situada en Beer Sheba, es famosa por sus departamentos de investigación en los ámbitos médico y científico.
Los investigadores construyeron un modelo en 3D y lo probaron en ratones jóvenes que aún no eran capaces de producir esperma, y al cabo de 5 a 7 semanas se descubrieron en el modelo células espermáticas en proceso de desarrollo, lo que marcó el éxito del experimento.
“Este estudio abre un nuevo horizonte en el proceso de creación de espermatozoides en un cultivo”, afirma el coautor del estudio, el profesor Mahmoud Huleihel, de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Ben-Gurion del Negev. “Permite la aplicación de tecnologías basadas en microfluidos en futuras estrategias terapéuticas para hombres infértiles y en la preservación de la fertilidad de niños sometidos a tratamientos agresivos de quimioterapia/radioterapia que pueden perjudicar su fertilidad en la pubertad”.
¿Por qué es un avance?
Los niños con cáncer que reciben quimioterapia agresiva se encuentran entre los grupos que pueden perder su fertilidad en el futuro. La preservación de la fertilidad de estos niños y el tratamiento de los hombres infértiles son cuestiones que preocupan a muchos investigadores de todo el mundo, y que han propiciado el avance del estudio de la BGU.
“Este sistema también puede servir como plataforma innovadora para examinar el efecto de los fármacos y las toxinas en la fertilidad masculina”, añadió Huleihel.