Investigadores del Instituto Weizmann descubrieron que las hormigas tienen ventaja sobre los humanos al colaborar en tareas complejas como resolver laberintos.
Las hormigas muestran mejor cooperación estratégica que los humanos
Un reciente estudio realizado por el Instituto Científico Weizmann reveló que las hormigas poseen una superior “inteligencia grupal” en comparación con los humanos. La investigación fue liderada por el profesor Ofer Feinerman, quien señaló que, si bien las capacidades cognitivas individuales de los humanos son superiores, las hormigas logran superar a los grupos humanos al trabajar juntas.
Los resultados del experimento fueron publicados en la revista revisada por pares Proceedings of the National Academy of Sciences. Según Feinerman, las hormigas demostraron una notable capacidad para coordinarse colectivamente y maniobrar una carga grande a través de un laberinto, mientras que los humanos mostraron menor eficacia al trabajar en equipo.
Para diseñar el experimento, la investigadora Tabea Dreye recreó una versión física del “rompecabezas de los movedores de piano”, un desafío en robótica que analiza cómo mover un objeto grande y complejo desde un punto inicial hasta otro a través de un entorno complicado. En este caso, tanto las hormigas como las personas debían maniobrar un objeto en forma de T por un laberinto dividido en cámaras conectadas por estrechas ranuras.
Se construyeron dos versiones del laberinto: una a escala humana y otra a escala de hormigas. A los humanos les resultó sencillo participar como voluntarios, ya que, según los investigadores, “probablemente les atraía la idea de una competencia”. En cambio, las hormigas, guiadas por instintos naturales, fueron atraídas al experimento creyendo que la carga era un alimento.
Datos clave sobre el experimento del Instituto Weizmann
- Especies participantes: Humanos (Homo sapiens) y hormigas negras (Paratrechina longicornis), conocidas por sus largas antenas y comportamiento errático.
- Condiciones del experimento: Tanto las hormigas como los humanos participaron en combinaciones individuales, grupos pequeños y grupos grandes.
- Restricciones: A los humanos se les impidió comunicarse verbalmente, usando máscaras y gafas oscuras, mientras que las hormigas no podían usar feromonas.
- Método de análisis: Se grabaron los intentos, midiendo la fuerza aplicada y utilizando simulaciones por computadora para evaluar el desempeño.
Las colonias de hormigas operan como un superorganismo
Durante el experimento, se comprobó que las hormigas trabajaron mejor en grupo que de forma individual. En contraste, los humanos mostraron mayor eficacia al realizar la tarea solos. Según los investigadores, los grupos de hormigas aplicaron estrategias calculadas y desarrollaron una “memoria colectiva” que les permitió evitar errores repetitivos y perseverar en direcciones adecuadas.
Los humanos, por su parte, no lograron mejorar sustancialmente su rendimiento al colaborar en equipo. Además, cuando se les restringió la comunicación para igualar las condiciones de las hormigas, su desempeño empeoró, optando por soluciones de corto plazo que no beneficiaban el éxito general del proyecto.
El profesor Feinerman destacó que las colonias de hormigas pueden ser vistas como superorganismos, estructuras vivas formadas por múltiples individuos que cooperan como una unidad. “Es una sociedad extremadamente unida donde la cooperación prevalece ampliamente sobre la competencia”, explicó.
Por el contrario, los grupos humanos mostraron dificultades para planificar estratégicamente y coordinarse a largo plazo. Esto subraya una limitación significativa en la capacidad humana para trabajar en equipo de manera eficiente bajo ciertas restricciones.
Conclusiones sobre la inteligencia grupal de hormigas y humanos
En las pruebas, las hormigas negras, una especie común en Israel y el mundo, exhibieron habilidades de coordinación superiores al colaborar en grupos pequeños y grandes. Los resultados sugieren que su capacidad para trabajar en equipo está profundamente enraizada en su organización social y biológica.
Para las personas, las restricciones de comunicación representaron un desafío significativo, limitando su capacidad para organizarse y ejecutar planes efectivos. Esta diferencia refuerza la idea de que la cooperación entre las hormigas es más eficiente que la de los humanos cuando enfrentan problemas grupales complejos.
Los investigadores analizaron múltiples datos del experimento, utilizando grabaciones y simulaciones por computadora. El estudio concluye que las hormigas superaron a los humanos en contextos grupales debido a su alto nivel de sincronización y objetivos comunes.
Un experimento colaborativo entre destacados científicos israelíes
Finalmente, los autores del estudio, incluido el profesor Nir Gov, el doctor Ehud Fonio y el profesor Amos Korman de la Universidad de Haifa, destacaron la importancia de su colaboración científica. A pesar de las diferencias observadas entre humanos y hormigas, los investigadores bromearon diciendo que lograron trabajar en equipo para realizar este proyecto de manera exitosa.
Este estudio plantea preguntas interesantes sobre las limitaciones de la cooperación humana y las posibles lecciones que podríamos aprender de las estructuras organizativas de las colonias de hormigas.